viernes, 24 de agosto de 2012

Robinson Crusoe o eso creo


   Juan era marinero de espíritu pero de tierra, la mar como le gustaba nombrarla orgulloso, no tanto por admiración y respeto como enamorado en la eternidad de un amor más que imposible, le provocaba sin remedio vértigos y nauseas, obligándole a arrastrar desde la cuna la sombra de una pena cobarde que le impedía por más que lo intentaba, abandonarse en los brazos mojados de espuma y ola…así, envuelto en la vergüenza de una estirpe arraigada a la arena y la sal que le echó de casa siendo un crío, navegaba en el basurero del muelle entre redes rotas y esqueletos de peces muertos.

Pídeme lo que quieras


—Pídeme lo que quieras, pero eso no—dijo el Pelanas con gesto serio.
—...vamos no digas tonterías, ¿que tienes que ofrecer aparte de tu conciencia de asesino?
—...mato gente, es verdad, pero no tengo por que tragar con los remordimientos y la culpa de quien me hace el encargo…
—…de eso me ocupo yo…tu sólo aprieta el gatillo, es así de fácil…
—No, he dicho que no…
   El Pelanas rechazó la pistola tendida y se marchó dando la espalda lentamente al escupitajo de soberbia convertido en amenaza…
—…¡¡Te arrepentirás!!...

Instrucciones para contar ovejas


    Isidoro Miau era consciente del significado de su nombre y aunque estaba harto de tener que dar a menudo una ligera explicación, se había acostumbrado de tal forma a convivir con él,  que incluso a veces olvidaba el origen, y eso si que era difícil… ya que el mismo día que Isidoro nació, un 15 de Febrero de 1975, a las 15 y 25…cinco minutos antes que su lloro de recién nacido inundara toda la casa, Isidoro, el gato de la familia, no había despertado, ni despertaría nunca jamás de su siesta habitual después de zamparse un manjar exquisito de sardinas en escabeche y carne con bacalao…

sábado, 18 de agosto de 2012

Mus


—¡Envido!—Dominga se colgó otro cigarrillo de los labios.
—…tres más…
—…chica no sé como lo haces, ¿no se te cae nunca?...
—…vale…paso…la costumbre hija…
—…y el vicio…Nati, ¿llevas pares?...
—…¿sabéis una cosa?...en mi pueblo a un mes de las navidades llegan las nieves…
—…llevo juego…31…—Dominga rió socarronamente, guiñando el ojo a su compañera…—…Leyes, dile a esta que se quite ya las gafas…que los oscares no son hasta febrero del año que viene…
—…¿Por lo que veo Nati, y no va de coña…no se lo has enseñado todavía?...claro que para lo que sirve mejor ni hacer cuentas…—Sole mascullaba con gesto incierto, vacilando entre el asombro de las otras y el susto propio…

Sí, quiero...


…A las doce del mediodía es la costumbre del cansancio y la vejez, la que obliga a Inés y a Martín, reponer fuerzas en aquel banco del parque, siempre el mismo, a la sombra perennemente otoñal de un olmo arrugado y achacoso, como ellos…un rato de charla cotidiana y distendida para luego seguir cada uno con sus asuntos por el barrio, un poco más niños, y sin darse cuenta en su rutina, cada día más enamorados…
   
—Hola Martín, ¿Qué tal hoy?
—Que pasa Inés…jodido pero contento
—¿Otra vez las piernas?...¿cuando vas al médico?
—…las piernas, y la espalda, y estos puñeteros pulmones…
—…anda siéntate bien, deja el estorbo del bastón a un lado que ocupa más sitio que tú…

Violeta


   …Violeta no estaba nerviosa todavía, aunque delante del espejo intentara convencerse, no tanto de la decisión tomada como del lío que había formado para comunicar su futuro en una frase…
Su marido había tenido que cambiar el turno en el hotel con la preocupación consecuente, su hijo interrumpir una borrachera de las imperdonables en fin de semana, la hija mayor pedir permiso en el cuartel a cambio de dos guardias extras y la pequeña, bueno ella apenas salía, casi siempre estaba en casa…menos, que casualidad, ese sábado que había quedado con la pandilla del instituto…pero la insistencia en lo importante del momento, y el que por una vez, en los veintidós años que llevaba casada, era ella la que imponía sus necesidades a las de los otros, consiguieron que sin relatar mas de lo normal, en un par de horas, se sentaran juntos a la mesa…
—¿Estoy loca verdad?.
—¿Tu crees?—la voz de su reflejo muy parecida a la suya, contestó sin sorprenderla
—…¿Qué pensarán de mi?...

martes, 14 de agosto de 2012

Moneda de cambio


   Los mercados internacionales estaban de enhorabuena, celebraban con gran boato y festejo la nueva incorporación de una moneda única que economistas, financieros y sobre todo políticos veían como una esperanza para la vieja Europa o la más moderna Unión Europea.
   Faltaban apenas unas horas para la medianoche y el ambiente prometía por lo menos incertidumbre, pero mientras todos se preguntaban como sería el estreno del novato billete después de las campanadas, el champán y las uvas, en la cámara acorazada del Banco de España, el acontecimiento se presumía especial y la nochevieja distinta a la de otros años…
­­—¡¡¡Asuuuuuuuucar!!!car!!!

Ausencias


   …Llegaron a la ciudad la misma noche que la sorpresa de la nieve en primavera, arrastrando un secreto enredado en sus sombras, sin equipaje y envueltos en pena…en el alma una esperanza, en el bolsillo una fotografía en blanco y negro, cuarteado el cartón de tanto mirarla…con el corazón empapado en recuerdos, y la manos trémulas de hielo, la mujer leía un periódico sin letras, ni titulares…buscaba concentrada un único suceso, enmarcado también en el gris oscuro de la tinta dramática, que escribe su historia desde entonces, a su lado el marido se distraía con unos naipes que iban apareciendo al azar, como cada día de su existencia después de aquello…y fue en aquel tugurio con ínfulas de cafetería, tan atemporal, tan sórdido, donde según el destino les vieron llorar, nadie supo del misterio, pero las lágrimas que llovían sobre el café con leche, fueron el preludio de un cuento, triste y amargo, pero qué encendió la vida de los bultos sin nombre, esbozos de clientela,  que como espectros habitaban el frío de esa madrugada…

lunes, 6 de agosto de 2012

Contemplata


   …San Pedro deja abiertas las puertas del cielo una hora al día, Dios protesta, pero como siempre, ocupado en otros menesteres San Pedro hace lo que le da la gana…para eso tiene él las llaves ¿o no?...le gusta volver a los buenos tiempos, a otras épocas, cuando todo era más natural y artesano…ahora los botones y las pantallas sustituyen al papel y la tinta, y se pueden hacer las cosas desde casa…Por eso, hace muchos años que San Pedro tiene puesto honorífico, sólo figura en nómina por las apariencias y el que dirán pero hacer hacer, poco…desde que remodelaron el gigantesco edificio con las inversiones de Vaticano, S.L y ampliaron capital con Ultracatolicismo, S.A , el único trabajo que tiene y por iniciativa propia es repasar y colocar antiguas fichas y de vez en cuando firmar en alguna solicitud de esas que hacen ilusión a los más nostálgicos…
  A la caída de la tarde, San Pedro sale de la recepción y se prepara tranquilamente su cachimba, mientras observa entretenido el ajetreo y el bullicio de la entreplanta…

Feliz cumpleaños


   …Elisa fue el inesperado regalo de mi cuarenta y nueve cumpleaños. Ernesto, mi marido, se había empeñado en ir a bailar después de la cena y yo accedí no de muy buen humor, pero él como siempre, conseguía engatusarme inventándose historias, que hablaban de leyendas y dichos de los lugares que proponía, y así despertó mi interés más que curioso por aquel local caribeño donde, según se comentaba, la práctica del vudú y la magia negra antes del amanecer, se había convertido en un espectáculo que dejaba sin aliento, contagiando a los visitantes que aguantaban hasta finalizar el ritual, de un hipnótico hechizo que cristalizaba con una última danza en un animo eufórico y jovial…
   El garito estaba en el centro, sin carteles luminosos, ni porteros que delataran alguna puerta prohibida…la entrada era libre y desde la esquina del callejón ya sonaba la música sabrosa que invitaba a una fiesta de calor y ritmo…pensé que más que discoteca aparentaba por su vestíbulo angosto y haciendo embudo,  un cuchitril sórdido con forma de cueva donde la oscuridad sería la reina de la sala, pero para mi sorpresa un inmenso espacio de luces claras y asientos blancos devolvieron confianza a mi sonrisa tan escondida casi toda la noche…

domingo, 5 de agosto de 2012

Dieta milagrosa


   …Me llamo Isabelle, aunque todo el mundo me conoce como anorexia, y no es de extrañar, desde que me hice famosa mostrando mi cuerpo esquelético, represento como nadie la estética de esta moda, tan deseada para algunos, tan repulsiva para otros…mi imagen enfermiza se adapta perfectamente a los síntomas de un mal social y bastaría arañar superficialmente los carteles con mis fotos, empapelando edificios y sembrando carreteras, para comprender ahora después de muerta, como me han utilizado para habitar el asco y las conciencias…De todas forma, si después de esta broma inventada y patética,  alguien es capaz de mirarme bien y aguantar el tajo repelente y mortal de mi estampa, dirá que al pellejo y a los huesos apenas hay que hacerles caso, que quizás son mero reproche a una vida de excesos, basada en la belleza efímera del instante, en la confianza ciega de retener en cada momento lo que en realidad ya se ha escapado, y competir descaramente por seguir siendo una misma, sin querer darse cuenta que hay otra siempre empujando, que te devuelve más fuerte el mismo descaro y sin respeto, ni vergüenza…

Caos


   …Marchita, oscura y tétrica, así es mi vida desde que ella se ha ido. Todo a mi alrededor se ha contagiado de pena y nada ni nadie hace creer que en un tiempo razonable las cosas cambiaran…no me siento victima pero las pocas ganas de ser consumen el aire que respiro y existir es casi un milagro, el de arrastrar el alma esperando desesperado que el mundo se quede quieto, que mi locura se moje de calma y que pueda pedir consejo a la memoria aunque los mejores recuerdos se hayan escapado con ella…por que se ha llevado todo, los sueños, el deseo y la magia y me ha dejado desnudo al amparo del eco vacío y absurdo de su nombre sin presencia ni letras… y aquí permanezco, en el hogar ansiado en su día para compartir, un agujero perdido en el intento de seguir adelante, un hueco entre pasado y presente donde habita en soledad la tristeza…