CALPARSORO (SALTO AL VACÍO)
...Hoy me he mirado
en el espejo detenidamente, hacía una eternidad que no era tan osada...y es
que, nunca me he llevado bien con los cristales, tampoco con sus
reflejos...quizás tenga que ver eso de no ser muy coqueta o simplemente es qué
me cuesta reconocerme...Nos hacemos una idea de nosotros mismos,
convenciéndonos de ella, nos dibujamos por dentro y por fuera e insistimos en
creernos la forma y el fondo...como si tuviera importancia lo que pensamos de
nuestro continente o nuestro contenido, ya se encargarán los demás de tasarnos
y valorar el precio del seguro a pagar, personalidad y carácter, amén de otras
condiciones, normalmente físicas que sumarán la cantidad con intereses, el
peaje abonado a lo largo del camino con nombre de relaciones, que si amistad
por aquí, compañerismo por allí, ahora amor, luego familia...hasta que un día
decides cortar por lo sano, pasar de reglas, de lo establecido y da igual si tu
imagen coincide o no con lo que ves...total a quien vamos a engañar... y a
estas alturas, cerca de los cincuenta, a casi nadie ya, si acaso a alguien que
se acerque, o mejor, que dejes que se acerque con buenas intenciones, entonces
ya no te andas por las ramas, ya no disimulas, ya no estás para tonterías y te
muestras tal cual, transparente y sin trampa ni cartón...eso no significa que
seas ajeno a las consecuencias o a los efectos que pueda tener semejante
aventura, las emociones siguen latiendo a estas edades y la sensibilidad a flor
de piel, si hasta te deja marca...que son si no esas manchas en las manos o
ciertas arrugas en las comisuras y alrededor de los ojos...vida...pues eso...y
sin complejos...aunque la verdad jamás los tuve, y cada vez menos...¿se nota
no?...sobre todo en ese último gesto que se ha instalado en mis rasgos y que
invade por completo la expresión de mi cara, resulta un tanto guasón y tacha mi
boca con una media sonrisa, entre confiada y rebelde, salpicando en una mueca
cínica lo que antes regó el tiempo con gotas tímidas e ingenuas...pero que se
le va a hacer, una es lo que es...o que se lo pregunten a mi memoria cuando
contempla las fotos del recuerdo...y seguro que en esencia, todos pensamos lo
mismo, no hay diferencia, claro que en mi caso, en peso y contorno, ya te
digo...y aquí estoy, arriesgando segundos y minutos en una apuesta inútil, en
la ironía de una quimera, intentando no perder la perspectiva de la realidad,
comprobando lo que aún permanece de lo superfluo y cuanto he perdido de lo oculto...un
equilibrio imposible que perdura en mi mente intrépida después de haber
observado al detalle lo insólito del descubrimiento...si...digo bien, me he
descubierto de nuevo...no por que el pelo, más o menos castaño, haya clareado
en algunas partes, no hay que ser muy listo para saber que son las canas
exigiendo egoístas un tinte generoso...ni por la nariz, grande y peculiar, que
sigue perenne en su privilegiado sitio o el brillo que trata inocente de ser
jovial mojando las pupilas...no...es otra la sensación, como de haber saltado
al vacío, sin el tedioso paracaídas de la objetividad cosido con la siempre
subjetiva manera de ser...no, en serio...he sido absorbida por una fuerza
interior que me ha hecho atravesar mi estampa, que se quedaba quieta, extrañada,
con un signo de interrogación colgando de las orejas...y he ido a parar a un
baile de mascaras donde la única participante que no la llevaba era yo...y me
sentía tan desnuda que tuve que cerrar los parpados y armarme de valor en
calma, para como si fuera invisible mantener el tipo...pasado y presente
dándose el lote a mi costa, incluso beso con lengua, me lo ha chivado el futuro
que imberbe se ruborizaba el pobre...y tantas palabras en tanto silencio...y
poco a poco haciéndome a la situación, que si coger el toro por los cuernos,
que si más vale una amarilla que cientos coloras, que si de niña alguna vez
quise ser un chico...y yo que me defiendo...entonces no había ninguna
connotación sexual, lo sé ahora, cuarenta años después, cuando casi todo lo
tiene...era más bien una cuestión práctica, los juegos característicos de
chicas me resultaban ñoños y aburridos...y la impaciencia, ya me estaba
poniendo nerviosa con tanta cuestión intima...y yo, que no, que la imaginación
y la fantasía fueron la patria de mi infancia, que sí que en la adolescencia
leía mucho, que de sexo no sabía nada...dichoso juicio...quería y no quería
escapar...me estaba gustando aquella especie de interrogatorio sin voz que de
la incertidumbre me llevó en volandas a la comodidad de un sillón de
plumas...Por supuesto que pretender resumir mi existencia en un ir y venir de
impresiones no era tarea fácil...pero seguí contestando...que sí, que me
enamoré de él...y muchas veces más...que no, que no entendía lo que me estaba
pasando cuando me abrazó ella, que había un adjetivo para llamarme así que
empezaba por bi...se me estaba revolviendo el estomago convencional...me casé,
dos hijas, trabajo, divorcio...rompí con todo...bueno para ser sincera ya hacía
mucho que había roto...y en esas estaba saboreando lo amargo y lo dulce otra
vez de la soledad cuando un súbito empujón me devolvió al naufragio de un mar
de dudas...¿era yo la entusiasmada espectadora que aplaudía sin parar el
desorden de mis impulsos?...por el semblante bobo como ido yo diría que sí...¿y
esos trazos melancólicos que surcan las mejillas?...lágrimas...vaya por Dios,
las que faltaban se han unido a la fiesta...pero si hace siglos que no estoy
triste...he tenido tiras y aflojas desde la decisión de compartir mi vida con
una mujer, pero vamos nada que con voluntad y respeto por seguir siendo yo
misma a pesar de todo, no haya podido curar, a veces una conversación, otras el
hecho... ...y los problemas típicos de cualquier hogar...comunicación con las
eternas adolescentes, llegar a fin de mes, los padres y los suegros con sus
mochilas cargadas de años y enfermedades...qué no puedo quejarme, que es un
pecado, aunque crea poco en las parafernalias de las religiones, que cada uno
tiene la propia, la suya...al final casi todo está y depende de nosotros, lo
que no de un azar enredado en suerte y destino que también vamos buscando,
queriendo o sin querer, que más da...madurar es relativizar, y en el vértigo de
la frontera donde confluyen los cumpleaños inciertos, los pasos como los
pensamientos reposan en lo efímero y fugaz de nuestras huellas...¿me estoy
poniendo trascendental?...pues a respirar hondo, a nadar con más ímpetu, a no
escatimar en risas, ni en sentimientos, a no reprimir que el corazón haga lo
que le dé la gana...todavía quedan sueños escondidos en el letargo tranquilo de
una ilusión, caricias dormidas en las palmas de los labios listas para
entregar, cariño humilde y leal palpitando loco y embolsado a granel en una
utopía...pero ¿y si me hago el muerto como algunos, dejándome llevar?...ni de
coña, que mi alma ya se la vendí al diablo en aquella frase que alguien
pronunció sobre mi entre signos de admiración: “...nunca he conocido a nadie
tan valiente...” y se me debió subir a la cabeza por que aquí estoy, entera y
de una pieza, después de hoy haberme mirado al espejo detenidamente...
Me ha encantado como te has auto definido con solo una mirada a ese espejo. muy bueno¡
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