domingo, 28 de junio de 2015

EN APENAS DOS PÁGINAS...





  ...Faltan pocas calles y muchos minutos para su encuentro con Clara, pero Olivia no tiembla de impaciencia, ni le castañetean los dientes por el frío...a Olivia el corazón le palpita trémulo porque tiene miedo, miedo a sentir lo que siente cuando está con ella, a que una mentira le marque y le condene, a una despedida sin posibilidad de encuentro al día siguiente...por eso quizás, camina despacio con las prisas de la emoción excitando sus pasos lentos, mientras en su mente se empeña en encontrar aquel instante, aquel detalle, aquel despiste que despertó su piel y su alma a la vida, y sembró su conciencia de dudas y alarma...la que nunca le molesta cuando solo comparte con Clara despacho, comida y algunas confidencias amables...la que duerme tranquila, cuando por las noches grita muda su soledad, acompañada de un marido de hielo y escarcha...la que le impide el consuelo de una palabra y el gesto amigo, en medio de tanto silencio, tantas lágrimas de Clara llorando de color herida y morado, tanto sufrimiento...
   Olivia ha salido de casa con tiempo en el bolso y en la locura, el suficiente para arrepentirse de la decisión tomada, el necesario para bordar a su razón, y con el latido inquieto de su sangre, el dibujo perfecto de tal vez el momento soñado...masticar así, con aire fresco y pausa, los trozos de su osadía, ya casi rozando con la palma de la mano el aroma a deseo y entrega, que sus ojos encharcados en destellos de esperanza e ilusión, distinguen en las esquinas y rincones intuidos de un íntimo secreto...ojala que en el horizonte de un mapa y un reloj con Clara, que ojala anhele la espera nerviosa, aunque sea ignorante todavía, aunque sea  al otro lado del mismo sentimiento, pero que ojala, despabile al menos su curiosidad para querer el misterio, el motivo, la incertidumbre, da igual si la sospecha, del ímpetu con forma de voz ahogada, que la habrá sobresaltado esta, seguro que otra madrugada prisionera de tristes desvelos, salpicados de ausencia y alcohol, que seguro regresarían pronto, envueltos en un manto violento que ajeno, repetirá, con golpes e insultos, el vaciado de su ser y su nombre para después, recubrir su cuerpo de oscuridad, desesperación e impotencia...
   Olivia se para en seco entre tinieblas y sombras, a escasos metros de un cielo abierto, teñido de castaño claro, nubes de labios intensos y reflejos de mirada transparente...en la sien clavándose como una traición en su cerebro, la desconfianza en una pregunta... ¿y si Clara hubiese sido feliz...se hubiera enamorado de la ternura acariciadora de su presencia, del sutil roce de su aura embrujada, del toque sensible y mágico de su calma serena?...y acecha el desasosiego que inhibe, que convierte el aliento de Olivia en escaso y vulnerable, que la obliga a dejar la maleta valiente en el suelo, desparramadas las circunstancias personales y los matices intrépidos, y un recelo tímido y suspicaz que nace en su estomago y muere de dolor en sus entrañas...disfrazado de suspiro, lamento y espanto...por que ¿y si Clara no la entiende, no comprende el significado del termino huida, no valora su ofrenda dulce de amor, cosida a un regalo de alas limpias y libres?...marcharse juntas...Olivia no se perdonaría un futuro con el recuerdo de una última imagen fija en su memoria, Clara sin respuesta en la cara, alejándose confundida sin mirar atrás o Clara con sonrisa fugaz inventando una carcajada de desprecio...Olivia no puede pensar en eso, se desgarra en un vano e inútil intento de borrar una Clara desconocida, por descubrir, resentida en sus reproches y sus muecas...aunque insiste en no rendirse arrastrando las ganas desnudas de su equipaje, entonces el alba del domingo la recibe con abrazos de sol y besos cálidos de primavera...a lo mejor Clara no dice nada, se encoge de hombros y la convence de su error o la convida a tierra de nadie para preparar un viaje a ninguna parte y a todas...
   A Olivia le queman las huellas de su urgencia al identificar el trazo de la figura de Clara, advierte también que su rastro profundo deja en el asfalto señales escondidas, será por si acaso su espíritu se pierde y tiene que recogerlas...¿y si se diera la vuelta?...aún puede recoger algunos pedazos de verdad en la cordura que le queda guardada como un tesoro sin dueño, sin embargo descarta la idea ensayando el hierro de su voluntad, para que sus tacones se acerquen al borde del vértigo y prueben de sopetón la ira de la tormenta por venir, y una certeza, tampoco merece la pena el mundo congelado y de nieve que abandona...y en las aceras, en los locales, por los balcones, demasiados ruidos desperezándose, que sin pretenderlo, animan su aliento torpe y precipitado...y de repente acelera, el azar, con su velo de suerte bordado de imposibles, le ha lanzado un órdago por una ventana, en juego el destino en la estrofa de una canción y Olivia, sea lo que sea lo que suceda, sabe que ya no tiene más hueco para remordimientos, así es que sigue adelante firme, tarareando un susurro a los cuatro vientos que como una quimera se escapa de su boca para siempre...”Que no daría yo por empezar de nuevo”...





lunes, 15 de junio de 2015

MICROS

…el que no se ve más allá de sus esquinas y rincones, el que solo se siente matizado de recuerdo en la memoria, el que se imagina en sueños despiertos y se añora en inviernos de ocasos oscuros y madrugadas frías, el que duerme tras mis parpados con el susurro de voces alegres y limpias, el que late en calma en el corazón de los años, el que se esconde al aire libre y se empapa con la lluvia mojada de infancia, el que acude al calor de una tarde callada de siesta y sombra, el invitado a noches claras de luna grande, el que suspira un encuentro con los recovecos del alma…mi juguete era la calle…









            

…para adultos, pecado, secreto, intimo, tabú…reposo en el cajón asimilando tantos significados, mientras mis pilas arden, ajenas a comentarios e insultos, y se recuperan del esfuerzo del momento, cansadas de caricias y entrega…pero son mis circuitos los que más sufren la incomprensión y la sorpresa de los más puritanos y necios por eso buscan los arrullos y mimos de braguitas, sujetadores y medias…hasta la próxima vez que se requieran sus servicios para encender la palabra placer, con latidos de excitación y luces de orgasmo…