sábado, 27 de octubre de 2012

Nocturnos de la ventana


Al estanque se le ha muerto

   Al estanque se le he muerto
hoy una niña de agua
está fuera del estanque
sobre el suelo amortajada

De la cabeza a sus muslos
un pez la cruza, llamándola.
El viento le dice “niña”,
más no puede despertarla.

El estanque tiene suelta
su cabellera de algas
y al aire sus grises tetas
estremecidas de ranas.

Dios te salve, rezaremos
a nuestra señora de agua
por la niña del estanque
muerta bajo las manzanas.

Yo luego pondré a su lado
dos pequeñas calabazas
para que se tenga a flote
¡ay! Sobre la mar salada

Federico Garcia Lorca
Residencia de estudiantes
1923


   ...”Tres eran tres las hijas de...” canta mi abuela con su tristeza rancia, arrastrando entre sílabas la insoportable amargura, que enseña a odiarnos sin remedio...y es en esta última tarde de otoño, réplica exacta de aquella otra hace tres años, que acerco de nuevo mi alma a la ventana, para verlas jugar rencorosas junto al estanque...y como cada día
lloro de rabia por no poder compartir sus risas, aunque sean mentira, y de envidia, por no correr tras ellas entre lluvia de hojas y flores, aunque sean secas...

...Y en mi mirada


Dos cuerpos de mujer que se aman en uno,
antes confundido, ahora intimo; sudor y lágrimas
que beben sus labios ansiosos; caricias y piel desnuda
sin tregua, en perfecta armonía...

Manos ardientes
que buscan desesperadas fuentes secretas; roces
que arrancan gemidos al silencio, dedos valientes y expertos
en atravesar el horizonte del placer y del deseo...

Un seno que toca un pecho, las cinturas
universo de un solo sexo, nalgas redondas
que mueven el tiempo...

domingo, 14 de octubre de 2012

Claves para abrir un paraguas...(o de como faltar a una cita por no tenerlo)


   Llueve. Y a través del cristal sigue lloviendo. Miro sin ver, aterrada, tanto silencio húmedo, mis ojos mojados se pierden el hueco oscuro que deja el agua del tiempo...Debo moverme, salir fuera, pero no puedo...mis pies, invisibles hace rato, no aparecen, mis manos siempre abstractas, se han desprendido sutilmente con un gesto imposible, y huyen angustiadas de
mi lado, ni siquiera encuentro mi voz, quizás en algún cajón, escondida en el eco de cualquier palabra olvidada...El reloj marca como sin querer una hora que no entiendo, y se que me esperan...tengo que irme...pero llueve.

Íntimas


   ...Me guardaba en otro cajón diferente al de mis compañeras, y agazapada entre consoladores, bolas chinas y preservativos, esperaba el momento, siempre inesperado, de que ella, siguiendo el mismo ritual minucioso y lento, me utilizara...
   Reconozco que fue un flechazo, descubrí en su mirada a través del cristal del escaparate, esa ansiedad fría que disimulan las mujeres que se conforman con su lógica, que contraste con las otras, las que a pesar de la lógica se conforman...y en cuanto pude le hice un guiño descarado, aprovechando el truco del anochecer...  

lunes, 1 de octubre de 2012

Crónicas de sal


   Como carmín rojo en los labios inertes de una muñeca de porcelana, ella era el único color vivo en el barrio tísico y famélico, que luchaba sin fuerzas y a pecho descubierto por no morir...la única luz que se asoma en sombra azul claro a la memoria oscura y triste de aquel tiempo negro y casi olvidado, que alumbra sin embargo mis confusos recuerdos pueriles, perdidos en años de tonos grises, en rincones humedecidos donde crecía la decrépita bruma, envolviendo con su manto tejido de harapos y limosna, nuestras casas raídas y sucias, desiguales en su forma y en su sitio, descolocadas en los confines de una gran ciudad que marginaba por entonces todo lo que oliera a miseria, a enfermedad, a deshecho podrido que pudiera corromper con su infección y gangrenara las escasas esperanzas de porvenir, de prosperidad...

Pearl Jam

Leo Frino

   Jeremy apoyó la cabeza en el cristal de la ventana, la clase aún estaba vacía...y aunque era un martes cualquiera, en una semana igual que las demás, de otro mes sin nombre, él se había adelantado a todos...la primera vez que no iba a pasar inadvertido, el colegio entero sabría que hoy llegó el primero...El revolver le quemaba en el bolsillo y empezó a juguetear con las balas sueltas que había cogido precipitado del escondite, en un segundo desfilaron por su mente, obsesionada y malquerida, las caras rotas en sangre de los que iban acercándose a la entrada, y rió tímido imaginando sus cuerpos inertes tendidos en el suelo, pero un rayo de sol le convirtió en dos y miró su sombra acomplejada y muda...una lágrima infantil mojó su cara...