domingo, 29 de junio de 2014

19 Octubre

   …De vino tinto, de uva seca, del fruto prohibido…borracha en la quimera…mojada de tu aliento fresco, bañada en el zumo húmedo de tu deseo, rociada de suspiros que empapan mi cuerpo…fuego…limón ácido tanto recuerdo, fresa herida, memoria sembrada de menta huida…sabor…nata liquida recorre tus muslos, sopa de letras en la sombra de tus ojos, carne roja en las ascuas de tu risa…hielo frío…se han congelado mis brazos, no respiro, ¿y tus caricias?...dime vida…no siento el alma si no me calmas…¿y tu beso?...mi boca no olvida…¿y tu nombre?...mi corazón sin ti no…¿y…?...yo soy nada…

   …aún sigo buscando tu roce…el de ayer, el de anoche, el de siempre…se esconden mis ganas en la ternura de tu caricia, y adormiladas sueñan con la pasión de tus labios…entonces despierto en tus ojos, y una ventana abierta lanza destellos de esperanza, miradas claras y dulces que embrujan las sombras de mi alma…después la calma, se acunan en tus brazos las palabras del silencio, y suspiran rebeldes los latidos de mi ser…aún sigo buscando tu roce…y brincando por los tejados de tu escote, mis dedos resbalan en la seda de tu piel, quisiera nadar en la sal de tu sexo, y naufragar en la playa desierta de tu aliento, pero solo atino al torpe desmayo de mis gestos, al sin saber de mi culpa, a las lágrimas esquivas que huyen de tu sonrisa…aún sigo buscando tu roce…y tu mano oportuna que sujeta mi muerte, y el consuelo de tu ombligo graba en mi suerte…ya no hay prisas que adornen, ni poesía barata, ni el adiós por venir…y aún sigo buscando…la fantasía de tu risa, el calor de tu magia, el secreto de tu nombre…tu ya sabes donde…

   Supongo que es uno de esos días en los que no te basta vivir…y tampoco, estoy segura, sería suficiente con llamar a la muerte…días que hay que soportar con el peso de tu propio cuerpo sobre la nada en la que te conviertes, segundo a segundo…te ves desde otros ojos sumergiéndote en unas arenas movedizas que apenas si te dejan tiempo de sentir como te hundes…no hay motivos, no hay causas, no hay razones…solo vacío…un espacio hueco que infla el alma, y lo convierte en un globo a punto de explotar…a velocidades desconocidas desfilan por la mente imágenes y voces que confunden todos los sentidos, hasta la razón, y al borde de la más lógica locura, te sorprendes gritando ayuda y nadie te oye…no soy diferente por que las cuencas de mis ojos hoy sean negras, ni por que de mi boca salgan palabras que apuñalan el corazón, ni porque mis dedos estén entumecidos de no acariciar…pero si al menos hubiera una consecuencia de mi desaparición, un olvido digno…no soy imprescindible, ni soy única, ni siquiera especial…pero hay días que necesito ser más tuya que nunca, más elegida que ayer y más amada…hay días que no encuentro mi mirada donde acaba el mar, por favor déjame tus ojos para respirar tu brisa…déjame tus manos para tocar tu sal, déjame tu boca para descansar en la calma de sus olas…


   …no es necesario…decirte, reducir a letras y espacios huecos las razones de evocar tu recuerdo cada instante…no es necesario más que el silencio de la distancia, para memorizar aquellos momentos y bañarlos de presente, y vestirles de futuro…no es necesario bordear el fondo del océano con el paraguas abierto de la conciencia, como pasearse entre las sombras del olvido…no es necesario insinuar tu nombre si está borracha de él la sangre de mis venas…no es necesario ir al otro lado de la locura, cuando el infierno de tu ausencia está quemando mi espera…no es necesario inventar un paisaje sin lugar, si cuando pienso en ti, ya vivo donde acaba el mar…no es necesario…créeme…si aún puedo respirar el mismo aliento que tu, aquella noche de luna aventurera, de frío dulce, de beso eterno…aquella noche que robé al cielo su única estrella…

domingo, 22 de junio de 2014

13 Octubre

   Se buscaron…con las manos, con los ojos, con los labios ávidos de otra boca…los latidos salvajes de una pasión aún latente, desbocaban los pechos y los tentaban a salir necesitados de roce…la noche era completamente negra, y apenas el horizonte invitaba a mirar…no hacía falta…los brazos sujetaban el cuerpo bañado de brisa, y la piel se erizaba al contacto de cada aliento…las horas del reloj se pararon en la medianoche, y la distancia se redujo al hueco que quedaba en el corazón al incorporarse, apenas milésimas de segundo, para respirar con ansía el olor de la otra…el viento trajo el silencio y aquel minúsculo reducto de libertad, el que creaban los dos cuerpos entrelazados, se convirtió en un universo húmedo, dulzón y extraviado en los susurros y gemidos que rompían el vacío, denso, callado…en un beso apareció la luna, y por cada caricia de miel, una estrella reflejaba un sueño…el de aquel momento…el del encuentro…entonces una palabra, un te quiero perdido entre los dedos del alma…una sonrisa triste y después las lágrimas donde naufragar…y al borde del alba amanecieron sus ganas, entre olas de algodón y nubes de sal…cubrían sus seres desnudos con el gesto rebelde del deseo y con las flores mágicas de la eternidad…allí, quietas la una en la otra y para siempre enamoradas, donde acaba el mar…

   …Y después…no queda nada…tu voz que desaparece vaga por los rincones de mi mente…tu imagen que se confunde con el horizonte de mis pupilas…tu piel que se desvanece entre mis huellas dactilares…y después…abrir mi memoria de par en par, y luchar contracorriente para no olvidar…tu mirada, tu caricia, el roce imposible de un beso de almíbar…evocar cada milimétrica sensación y elevarla al cubo de lo infinito, para despistar la amnesia a que somete la distancia…transparente, invisible como mi amor…el que alimento cada segundo con el posterior…el que crece en mi ser como mi propia existencia…el que lleva tu nombre grabado en cada renglón…y después…escribir palabras que te lleven emoción, esperanza, trozos de futuro…letras nacidas de tu olor, tu sabor, tu tacto…soñar los sueños que tantas veces soñamos juntas, dormidas, despiertas…contemplando el aire vacío por si aparecen las alas blancas que anuncien el encuentro…y después…morir en vida…revivir la muerte y buscar…buscar la semilla que plantó el azar una noche de diciembre…regar con paciencia el tallo fuerte que rompe el tiempo, y esperar sin llorar despedidas, sin heridas desesperadas, sin ingratas amenazas del reloj…esperar el fruto prohibido, el que brota en las entrañas de la pasión, en el fuego amarillo del deseo, en el lado oscuro de la razón…y después…amarte…en presente, pasado y un nuevo verbo creado en nuestro mundo…siempre…por que después de ti…nada…

   Es un arañazo en la mente, un navajazo que atraviesa la razón, una herida descarnada que vierte lágrimas de ira…y tu que me miras sin ver, que me llamas sin decir, que me buscas sin saber…es egoísta la noche y esconde entre sus dedos de sombras, el miedoso reflejo de la luna…y yo te espero donde acaba el mar, abrazada a las olas que susurran tu sal, y clavada en la arena que añora tu roce…entonces el silencio cubre la oscuridad y el crepitar de mi fuego desata el viento…no quisiera recordar…pero apenas si puedo vencerme a mi misma cerrando mis ojos vacíos, huecos, muertos…son nuestros momentos…están en mí, a mi alrededor, los respiro…es tu risa quien estremece el último latido…es tu mano quien sujeta el corazón…es tu beso en mi boca…y a los bordes del alba, mi alma desparece prendida al gesto de tu nombre, a la caricia de tu mano, al bies de tu brisa…


domingo, 8 de junio de 2014

09 Octubre

…Después…después, nada…el viento acarició con tu voz mi piel dormida y entonces…entonces, una última mirada…eran tus ojos de repente, dos estrellas fugaces que rompían el monocorde lamento de una luna cortada en dos…la noche salpicaba de oscuros gemidos el vano reflejo de una madrugada y yo mientras…mientras muriendo…quise clavarme en el roce de tus manos y sólo conseguí el cálido suspiro de tus dedos escurriéndose en mi alma…decías palabras en silencio y yo asentía con lágrimas vacuas, en cueros…otra despedida…otro encuentro…

   Recorrí despacio el mapa de tu ser…la luna reflejaba en tu piel estrellas de pasión…y la noche acunaba en su oscuridad miradas ciegas, caricias mudas, palabras de silencio…entonces tu beso resucitó un corazón herido por la muerte lenta de la ausencia, y sucumbí a los encantos que los minutos nuevos me iban descubriendo…en ti…en tus ojos, en tus manos…y ya no hubo más mundo…ni más sueño que permanecer quieta, entrando sin miedo en el aliento de tu vida…fueron momentos de profundidad azul, de instantes al borde de la locura más razonable, de segundos pérdida en el bosque de tus gestos…y ahora, antes, mañana…quisiera que el otro universo me encontrara agarrada a tus ganas, abierta de par en par al viento de tu estampa, y dentro, muy dentro, en lo más hondo de tu alma…

   …Todo será como imaginado…la primera mirada resumirá mi vida y mi muerte…la primera caricia convertirá mi cuerpo en tu duende…la primera palabra, abrirá de par en par las ventanas de mi suerte…y me abandonaré a las aguas dulces de tu abrazo, y descubriré en tu piel, el momento a momento de mi rastro…todo será como soñado…en una nube de sensaciones mágicas nos crecerán las alas de la libertad elegida…la tuya, la mía…en las olas invisibles de una soledad esclava, cabalgaremos salvajes y rebeldes en busca de nuestro alma, y mezclaremos nuestros seres en la lujuria desbordada de una playa inventada…abriré los ojos en los tuyos y mi boca, besará con aliento febril la flor clara de tu latido…entonces…entonces yo seré tuya y tu serás mía…

   Sé que en estos momentos que mis letras imprimen mi vacío, tú…tú te debates entre la angustia de unas circunstancias que invitan a la impaciencia, y el soportar valientemente el peso de la nada que yo te transmito…son las seis menos cuarto de un lunes que nunca debió existir…un lunes que ha mutilado indecentemente mis ganas, mi ilusión, y hasta el sueño despierto de tu roce, tan vivo, hacía unas horas…y sin embargo, no puedo cerrar los ojos y que me coma el agujero negro de la tristeza…pero no puedo evitar trasladar mi mirada melancólica, mis caricias secas, mis palabras sin voz, a través de lo único que nos dejan tener las malditas garras que nos atan a la lógica…un teléfono que a veces, últimamente siempre, me deja con más necesidad de ti…con más ansia de tu boca, con más frenesí de tu piel…y donde acaba el mar no está al otro lado de una cable…donde acaba el mar está al otro lado de nosotras mismas…atravesemos juntas el camino invisible que separa nuestras imágenes…te amo…aún pueden pasarnos muchas cosas…lo mejor seguir sintiendo que existes, con eso me basta para borrar este día gris de mi calendario…y te amo más en este despertar que puede a mis parpados…


lunes, 2 de junio de 2014

03 Octubre

   He decidido escribir esta carta aún a sabiendas que después del último punto, el resto de la ortografía dará de bruces en el fondo de la papelera…es una forma más, supongo de manifestar su ya más que probada ausencia de interés por todo lo que corresponde a los avatares y desventuras de nosotros, pobres humanos…dicen en libros antiguos que tardó seis días en dar forma a un caos muy oscuro, y qué al séptimo descansó…se lo merecía…desde luego…vaya trago que se dio usted…nos dejó a expensas y de su propia mano, a un universo que no nos tenía, ni nos tiene, en cuenta…pero esto sí, ya se preocupó de que nosotros sí nos enteráramos en propia carne y en propio alma de esta situación en que su egoísmo nos ha sumido ingenuamente…podría estar días enteros resumiendo fatalidades y circunstancias que le entrarían por un oído y le saldrían por otro, y no acabaría nunca de relatar el desencanto que reina entre muertos y vivos de esta humanidad, que a poco estornude usted, seguro se irá igual que llegó, desnudos, una mano delante y otra detrás…pero dejando un poco de lado lo que usted, repito, ya sabe de buena tinta…y mejor tinto…digo yo…y no es que insinúe nada…pero bien hubiera podido ser que el supuesto arte de biribirloque, o arte de magia no estuviese aliñado por unas gotas de polvos (allá cada cual con su interpretación)…bueno lo dejamos ahí para otra ocasión que me permita explayarme más en mis teorías sobre su misterioso ser…perdón digo divinidad…el caso es que me atrevo a escribirle por que estoy enamorada…sí…así como suena…enamorada del ser más especial que nunca hubiera podido ni siquiera imaginar en los sueños más despiertos…ella…sí, no tuerca el hocico…ella es maravillosa…me hace sentirme en el verdadero paraíso, y no me refiero al que pregonan sus secuaces de negro desde las iglesias…el otro, el de verdad, ese donde una mirada de ella me hace temblar como una hoja de otoño, donde su voz suena a caricias de perfume celestial…no se mosqueé hombre por que utilice sus adjetivos sagrados…en fin, donde un roce de su piel me hace morir…no se ría…morir de ensoñación, de paz, de calma…¿sabe usted lo qué es eso?...sí, ya sé que lo pregona a los cuatro vientos, pero del dicho al hecho…que le voy a contar…que me siento la persona más afortunada…bueno tiene probar la emoción de evocar su imagen, su nombre, su presencia siempre en mi corazón…y se preguntará entonces, cuál es el recado de esta carta, el sentido de tanto entrometimiento en sus secretas causas creadoras…bien…quiero y necesito que interceda por mi con sus poderes, qué sé los tiene de sobra, para que la distancia en kilómetros que nos separa a ella y a mi, se convierta en milímetros…no, no piense que esto es una petición, un ruego, una súplica igual que la otra…no, es una oración…una oración de amor, desde la ternura y para la generosa aplicación de sus ideas más puras…esas que usted se empeña en justificar de sus años mozos…todo lo que no se da, se pierde…no sé si es una frase suya, pero me viene a la memoria en este preciso momento en que digo amén…mirándole a través de estas palabras directamente a los ojos me comprometo a ser, creer y defender desde estas premisas y nadar, andar, volar o atravesar las pruebas que usted estime oportunas para estar junto a ella…soy osada y rebelde…ya…atrevida y hasta irónica en algunas letras, pero no me negará que no se ha reído un buen rato de mi desafío, que le habrá parecido en algunas comas débil y demasiado sencillo…una oración de amor…ya puedo oír sus carcajadas…pero yo solo necesito la sencillez de vivir en paz nuestra historia…insistiendo en su bondad que a buen recaudo la tiene, le adelanto una pista…nos podrá encontrar cuando y como quiera, y por su supuesto con su permiso…donde acaba el mar…eternamente…

   Arrastraba los pies…machaconamente en mi cabeza se restriegan sus pasos…intocable su imagen de fantasma…imperturbable el ruido de sus cadenas frotando el corazón…aún persigo en mi memoria la sombra de su silencio, con la mirada siempre perdida, la boca dibujada en gesto esquivo, burlaba en los rincones, una a una, todas las palabras…nunca me atreví a cruzarme en su camino…se levantaba despacio e intermitente de la silla y, con los movimientos mecánicos del reuma, desafiaba al horizonte…el mismo de cada día…un pasillo estrecho y oscuro que acababa en una habitación vestida en cueros por la soledad…sus huellas quedaban intactas en el aire, los años no han sido suficientes para borrar su olor…hoy estoy aquí…la casa permanece en pie a pesar de los contagios de muerte…todo es humedad…la paredes, los suelos…incluso los pocos vestigios de lo que antes fue un hogar, agonizan inertes esperando que todo acabe…como su recuerdo…me dijeron después que no era mi abuela…ni siquiera lo sospeché cuando encontré aquellas cartas viejas y ajadas…apenas acerté a entenderlas en su caligrafía desfigurada por el polvo y las arrugas…ahora sé que fueron mágicas…cartas de amor…encantadoras de las serpientes de la tristeza…me convirtieron en la protagonista de mi propia imaginación…observando su rostro impasible al presente cuando me empeñaba en preguntarle por su historia…su voz callada, pero su piel me relataba en primera persona lo que yo adivinaba letra a letra en aquellos papeles olvidados…un invierno cesaron sus fugaces apariciones por mis oídos…entonces desapareció su presencia invisible…todos echamos de menos el peso de su vacío, todos quisimos recuperar lo imposible de su nombre…nadie sabía de ella…nadie dudaba de su existir…pero, ¿quién era?...