…Nunca llegué a pensar que me vería
mostrando un mundo, como el del sexo, bastante desfigurado por cierto, a
alguien más joven que yo y a quien amo, por encima incluso que la atracción que
en un momento determinado ese mundo puede tener…siempre ansiaba la idea de una
mujer mayor, que precisamente me “enseñara” todas esas cosas prohibidas,
secretas, misteriosas que se escondían
detrás de los pecados…nunca me vi guía o maestra, o como quieras llamarlo,
siempre era aprendiz y novata…curioso verdad…me enseñas tantas cosas, y me
haces que te muestre tantas otras…no me deja de sorprender momento a momento,
lo que siento por ti, tan grande, tan increíble…estás tan abierta, eres tan
natural, tan ingenua y osada a la vez, que me aturdes en la razón y me excitas
en el corazón…vida mía, no hay nada comparable a la idea de recorrer tantos
caminos futuros contigo, me da igual como experta o primeriza…tu eres mi
camino, mi principio y mi fin…todo contigo, vale…hasta las fantasías más
fantásticas, y hasta las realidades más crueles, te quiero plenamente,
absolutamente y eternamente…porque yo si sé que prefiero espinas con flores…mi
vida es una espina y sólo cuando pienso en ti aparece una flor…tiene tu nombre
y huele a amor…
…Y quise tu boca en la mía…quise el dulce
roce de tus labios tibios, el sabor tierno de tu lengua de miel, el embriagador
respirar de tu aliento…quise ahogarme en el lago de tu mirar, y cerrar mis ojos
en los tuyos, y naufragar en el oscuro profundo de tu espejo…quise fundirme en
el tocar de tu piel, arder en el fuego de tu caricia, morir en mi cuerpo caído
al vértigo de tus manos…y quise tu olor en mi tiempo, y tu espacio en cada milímetro,
tu risa latiendo en mi oído…quise vivir en tu pensamiento, y volar en la mente
de tus sueños, dormidos, despiertos, y repetir sentimiento a sentimiento…quiero
beber la sal fría de tus lágrimas prohibidas, y secar el llanto que rompe tu
herida, y sujetar el abrazo de tu alma, en la tristeza, en la alegría…y quise
descubrir la sombra de tu misterio, sucumbir al secreto de tu eco, perderme en
el laberinto que dibuja tu día…quise destapar la noche para robar la luna,
inventar una palabra de cinco puntas, crear un cielo en tu paladar…quise rasgar
la cortinas del amanecer, y matar al dueño de tu hielo, y vivir al compás de
tus gestos…y quise…quise querer queriendo que tu estuvieras aquí…y quiso el
silencio decir tu nombre en el mismo instante que mi corazón gritaba te quiero…
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