Supuesto: Media hora
en la cabeza de un personaje, narrador en tercera, y sin nada de acción
Oscar Fernández-Mundo Vakuo |
...Conseguir estar quieto, más,
inmóvil…aguantando la respiración, evaporándose en el vacío, eso, ser invisible
como en aquella película, ¿como se llamaba?…algo de una sombra…pero esto no es
una sombra, esto es otra cosa…las doce…el reloj de la vecina, que alivio…quien
lo iba a decir, casi treinta años compartiendo paredes…otra vez el ruido…es
imposible saber que es, así no, desaparecido de la realidad por voluntad propia,
ignorando que también habita esa casa, abandonada en un instante, por que ahora
él es la nada…volátil…una nube, si, eso es…los días nublados, hoy había sido
uno de ellos…gris, al mirar por la ventana el cristal estaba empañado…oscuridad…no,
no…por favor no…no lo soporta…¿cuándo empezó?...el portazo, si, eso es…la
puerta se cerró para siempre…eso parecía…entonces será ausencia…tampoco…más
sencillo…se acerca lo que sea…que pasa ¿se ha parado el tiempo?...el silencio
le puede…quizás antes…cuando era fácil ser un héroe con pelo y menos barriga…no
se mira al espejo desde que ella se fue…pero de eso hace…¿cuanto?...vamos,
concéntrate…
¿dos horas, diez minutos, un mes?....venga…discutir…el
empujón…lo peor los gritos…pero por fin se han terminado…¿o no?...ese
ruido…siente el sudor por dentro…algo le está quemando las entrañas…y le
araña...y esa lágrima…venga hombre…¿de verdad?...la plaza, el banco, los
botellines de cerveza y la máquina de las bolas…claro…entonces quien lo iba a
decir…el más chulo…el menda…sigue, sigue recordando…luego el desastre, las
drogas, los robos, la comisaría, los amigos que fueron cayendo y él, el tío con
más suerte del mundo…¡vamos!...sin acojonarse, sólo es un ruido…hay plomo en el
ambiente, huele raro…con ella era distinto, el olor de la ternura, el suyo,
aroma de calma...llama, hay teléfonos…su nombre…caer en la tentación, ser el
valiente que nunca fue…atrevido, osado…enfrentarse al dolor, a la vida, a uno
mismo…él que siempre ha pasado de puntillas, apenas sin rozarse con los limites,
sin implicar un átomo más allá del puro egoísmo…de eso se quejaba ella…se
acerca…nota el frío del suelo empapando hasta el existir…si pudiera…confuso…la
esquina…¿son suspiros?...el temblor llega hasta su cerebro, está helado,
petrificado…nunca pensó que lo conseguiría…una relación ideal, eso si, matizada
un tanto por el pasado de los dos…pero eso que importa ahora…si, si importa…el
tomar impulso, dar un salto hacía arriba, tocar otra vez el cielo en su
piel…algo le roza…terror…cierra los ojos con la fuerza que le queda intuyendo
el final…los puños se relajan, las piernas no están, el corazón se ha parado en
su memoria…una sonrisa, la caricia, el beso…lo que daría por un detalle de su vestido, ese que él le regaló y
que tanto le gustaba…¿que pasó?...el otoño había llegado tarde y…no fue capaz
de…esa tristeza que invadía todo…los despertares, las comidas, los ratos
inevitables de estar juntos sin hacer, decir, querer…el reproche, interminable,
como el llanto del desamor…los hijos no llegaron nunca…remordimiento…el
desgaste monótono de la rutina…las peleas resentidas por que sí…¿qué es lo que
le abraza?...el estómago revuelto otra vez…el vomito en la boca…si el baño
estuviera más cerca… es mejor dejarse llevar…entregarse…que venza la inercia,
la imaginación, la otra parte de la apariencia…¿qué es ese susurro que rasga el
aire?...¿la opresión en el pecho será una pista?…el eco de su propia voz que se
pierde muda, la verdad…el cuco de al lado avisa…en la sangre que hierve…las
ganas de huir…¿adonde?...las doce y media…se desvela el misterio, el temor se
cumple…apretar los dientes, mirar el horizonte cara a cara…ya no hay secreto
que guardar…quizás olvido…ese que acalle la mente…ocultando el seguir viviendo
así de esta manera, malherido… sin ella, por ella…piensa entonces en la
promesa, el conjuro que no deje entrar más a esa masa amorfa…que le asfixia,
dueña y señora de su hogar…¡maldita visita inesperada!...acechante en cada
rincón, persiguiéndole por el pasillo…puesta de largo en el siempre de su única
compañía…la soledad…burla de un viejo fantasma que contagia con su risa el
breve espacio entre los cuerpos rotos y las almas carcomidas….
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