…Se levantó como siempre,
cansada…como todas las mañanas pasó de mirarse en el espejo, y como cada día
los pájaros de su cabeza despertaron su hastío…descalza, llevaba una camiseta
vieja y braguitas de algodón…el timbre de la puerta le pilló desprevenida,
tanto, que tardó en reaccionar un minuto eterno en el vacío de la
madrugada…curiosamente desfilaron por su mente, a velocidad de vértigo, las
fotografías intactas de las personas que pudieran estar rompiendo el silencio
de esa manera tan vulgar…un timbrazo, otro…la vuelta al pasillo y la entrada,
la mirilla que está empañada y sin reparar en su media desnudez, abrió la
puerta…se desvaneció el hueco oscuro en un grito, una voz suave, un nombre…el
canto de los pájaros sin alas de su mente volaba hacía ningún lugar, y el
latido encabritado de sus venas atascó su corazón…creía haber perdido el
conocimiento, sufrir un desmayo plenamente consciente de su debilidad…pisaba
sin posar los pies, ni suelo, ni tierra…nada…como los astronautas en el
espacio, se desplazaba a cámara lenta por encima del mundo…recorrió caminos sin
raza, bosques de árboles casados con estrellas y campos de trigo que
desembocaban en un único mar, blanco, roto, como una herida cicatrizada en el
cielo…dejó de pensar en sí misma, y en las horas del reloj que no se habían
movido desde…no recordaba cuando…y naufragó…se estrelló contra la corriente
viva de un rio quieto, y al contacto con la humedad seca, se dejó llevar por el
ensueño de las olas dulces que mecían su cuerpo…abrió los ojos en una playa de
verbos en tiempo futuro, y buscó en la mirada del olvido palabras que
rescatar…amor, ternura, inocencia, y una inicial…se esforzó en chillar al
viento que cabalgaba sin grupa y una sombra de niebla se llevó el
gesto…después…una cascada de luz de luna le devolvió el aliento, a la vez que
una brisa de fresa le transportaba en su abrazo de sueño en sueño…en un
instante violó los secretos que anidan en la imaginación, de las personas anónimas
que convivían en el otro universo…y sonrió…y tembló…y suplicó…y lloraba témpanos
de hielo que ardían en su alma…un destello de muerte la vistió sola,
perdida…abandonada a su suerte en la esquina del miedo…quiso susurrar algo…el ruido
del despertador traspasó los tímpanos con el esfuerzo de las pesadillas…aún
seguía llorando…sé levantó como siempre, cansada…como todas las mañanas pasó de
mirarse en el espejo, y como cada día los pájaros de su cabeza despertaron su
hastío…se secó las lágrimas y repitió en alto algunas palabras sin
sentido…amor, ternura, inocencia, y una inicial que empezó a dar vueltas en su
razón…el timbre de la puerta le pilló desprevenida…la mirilla empañada…la
inicial que responde en voz suave un nombre…un sueño…I…
…Desafiante…así era
él…empotrado en su pared imperfecta miraba siempre de reojo…vestía prepotencia
y orgullo, y nunca dejaba pasar ni un detalle, ni el más inverosímil de
cualquier escena…yo le esquivaba…más por vocación que por cualquier otra
cosa…nunca me gustó…entraba en el cuarto de espaldas a sus impacientes ojos, y
dejaba que el agua caliente empañara sus gestos pringados de rabia…cuando se
aclaraba su atención, yo ya había desaparecido…el caso es qué un día le
necesité…evidentemente fui retrasando el momento de pedirle el favor…no quería,
ni podía permitirme el lujo de rendirme a su encanto…y así fue como inesperada,
muy osada yo, encendí la luz directa sobre sus adorables reflejos y me ofrecí
tal cual al análisis, siempre cruel, de sus examen…he de reconocer que no
fueron más de cinco minutos los que tardé en darme cuenta que era la misma de
hacía un momento, la misma de ayer, y la misma del año pasado…no reconocí en mi
imagen duplicada el paso de los años…pero si me devolvió dulcemente entre
abrazos cálidos y susurros de silencio del brillo mojado del amor…y seguía allí
día tras día como si nada de aquello hubiese ocurrido, y yo cada vez fui
perdiendo más el miedo a su altivez y mis propias dudas…y hoy me he atrevido a
hablarle…cara a cara…pero no ha hecho falta decir nada, en la sombra increíble
de su boca más amable se dibujaba todo…tu nombre…
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