martes, 14 de abril de 2015

ESQUEMA DE UNA DESPEDIDA







   Lola deja que su gata ronronee a su alrededor mientras lee...le gusta sentir la suavidad de su pelo tricolor, y la calidez lanosa de su presencia...Nevasca maúlla y Lola levanta la vista de aquel mamotreto que le aburre soberanamente: ...Según el análisis transaccional, una caricia es cualquier tipo de manifestación de una persona, ya sea verbal o no verbal, que implique el darse cuenta de la existencia de otra. Son formas de reconocimiento de los demás y son vitales para sobrevivir y vivir, tanto física como psicológicamente, si son insuficientes en cantidad o calidad, pueden surgir trastornos graves..., por un momento entorna los ojos y su   concentración se transporta en alas de la memoria...Artemisa contempló impaciente su regalo a Mausolo, rey de Caria, el hombre al que amaba y al que ahora, aún después de su muerte, se empeña en demostrarle respeto y veneración eternos, con ese sepulcro monumental, que sin que ella intuyera, llevaría por siempre su nombre...Lola piensa otra vez en Juan, un nudo en el estomago matiza el recuerdo, respeto cada instante, veneración un día a la semana, el lunes, cuando se conocieron...Nevasca, presintiendo el frío, busca su regazo para acurrucarse, una corriente de aire espontáneo ha cerrado una ventana de golpe, y el libro, nuevo ser viviente, se escurre de las manos de Lola, que sin darse cuenta esta tiritando...en su mente, intenta taparse con el edredón de rayas naranja que cuelga alegre del respaldo del sofá pero...qué deprisa sucedió todo...la propuesta, la decisión, el proyecto, la preparación del viaje...el hielo se instala en su interior y los escalofríos corren libres por su cuerpo...el pijama parece papel de fumar cubriendo su piel temblorosa, y los pies descalzos se encogen como el latido de su corazón, con esa sensación fugaz y extraña que ha rozado los caracoles amarillos de su cabello...Numa, segundo rey de Roma, sucesor de Rómulo, le erigió un templo y altares...Juan se lo había contado tantas veces...
la fidelidad se da a conocer por la llave que porta, el vestido blanco impoluto, y el perro que permanece a su lado y quieto...esta tan enamorada que no se hace a la idea de no esperarle, en casa, en un restaurante, en el aeropuerto, ...la sombra es uno de los arquetipos principales de lo inconsciente colectivo, según la psicología de Jung...sombra designa al aspecto inconsciente de la personalidad...está constituida por el conjunto de las frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores...; aquel domingo, hace casi tres meses, Lola le esperaba ilusionada y nerviosa como una chiquilla...Juan nunca regresó de su sueño arqueológico, de su idilio con la historia...su nombre sin contenido como un número sin valor, se quedó suspendido en una fecha del calendario...macabra, maldita, mortal...el espanto inunda las lágrimas de Lola, sumisa a la melancolía que enreda y revuelve, abandonada a la nostalgia triste...
Nevasca, sin explicaciones, salta de su confortable refugio para huir despavorida por el pasillo...Lola se sobresalta con el portazo...un lazo de ausencia invisible se desata de sus tobillos y sus muñecas al afán ansioso de levantarse...camina confusa...reflejos de rencor y reproches salpican sus huellas, ni siquiera hubo un último encuentro que vaciara la incertidumbre, los relojes, el pasado, ni un último adiós con beso para arropar con verdad silenciosa la angustia del alma...el remordimiento se estrella a un paso del despacho de Juan...no ha entrado desde entonces...la soledad repentina, como sabor amargo que empaña el aliento fresco, disfraza su razón de duelo necesario, y aunque en su rebelde naturaleza, cabe ese osar contra el destino, ni puede, ni ha querido franquear las ya inútiles fronteras de ese, el todavía mundo imposible de Juan...Lola es consciente al forzar el picaporte que él no va a volver, ni la ocasión perdida de hablar la tarde anterior al accidente por teléfono...se había tenido que marchar de la consulta por una emergencia y un mensaje en el contestador no era suficiente para arrancar la culpa...unos minutos, tan solo unos minutos y hubiera escuchado su voz, grave, armónica, quizás susurrándole palabras con formas cariñosas empapadas del capricho de sin embargo en la distancia, tenerse...traspasa la línea y la oscuridad...poco a poco sus pupilas se acostumbran a la penumbra de los rincones, las tinieblas de las circunstancias más absurdas se han apoderado de la habitación y una punzada en el echarle de menos le obliga a encender la luz...Nevasca se esconde convertida en bola perfecta en su cojín...el mensaje grabado en el contestador repiquetea en su sien......he pensado mucho en lo que hablamos, aceptar el puesto de profesor, formar una familia...tengo muchas ganas de verte...falta menos para mañana y..., pausa, pitido, pitido, pausa...las cosas de Juan están tal como las dejó, el desorden de su mesa de estudio le hace sonreír...observa las estanterías repletas de tomos antiguos, carpetas, apuntes...las paredes con fotografías de excavaciones, trabajos, murales...a Lola le llama la atención uno enorme sobre los quimeras, una obsesión en la que Juan creía convencido...los llamaban los tiburones fantasmas, peces mitológicos que habitaban en mares templados a gran profundidad...en un aparador de madera negra, un compacto antiguo custodia entre sus altavoces los discos preferidos de Juan, Lola se acerca para ponerlo en marcha...su carne percibe clara la brisa que la ha tocado y se le eriza el vello...la música y los estribillos argentinos de Tormenta invaden el ambiente con ritmo lento, con letras que se le clavan como sentencias...como escuecen las heridas del animo...gira para salir, no aguanta el eco hueco del llanto impotente....no se fía de las trampas misteriosas de su imaginación, pero algo le hace detenerse y dudar...un olor dulzón marea su entendimiento...el amor es un árbol pequeño de la familia de las Malváceas, de ramos cubiertos de borra fina, hojas acorazonadas, angulosas y con cinco lóbulos, pedúnculos casi tan largos como la hoja, y flor cuya corola es blanca por la mañana, algo encarnada al mediodía y rosada por la tarde..., apenas perceptible detrás de un caótico montón de trastos apilados, la maceta asoma con su planta recién regada...Lola conjura a la locura de sus visiones y parpadea sin moverse, buscando en la intensidad de su voluntad el significado de aquellas gotas de agua que rocían el tiesto...entonces vuelve a notar un soplo de espacio...como un abrazo volátil de deseo tierno, como una pasión delicada, entrañable y acogedora en su propia sensibilidad, como una conexión secreta e intima entre emociones sinceras...un segundo, diez minutos, una hora...Lola no sabe cuanto tiempo ha estado allí, tampoco le importa, tiene los músculos relajados y la conciencia tranquila, nadie canta y la luna insiste en adornar la noche...Nevasca acude al lío de sus piernas y se restriega egoísta...una ráfaga de viento rezagado, se lleva por las esquinas el único suspiro resentido que le queda a su garganta...entonces Lola, aferra a Nevasca contra su pecho, deja la puerta del infinito posible de Juan, abierta de par en par, y retorna, el gesto en  paz contra el olvido y la esencia en calma, al tedioso suplicio de su lectura: ...Según el análisis transaccional, una caricia es cualquier tipo de manifestación de una persona...





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