Supuesto: Dos fechas
14/11/2011 y 31/12/2005, relacionar pasado y presente
…Serafín surgió de la
pluma de un dibujante despistado aquellas navidades tristes y aburridas, pero
eso ahora a nadie le importaba…los periodistas más críticos y reporteros siempre al acecho y oportunos,
abarrotaban la entrada del cine y alrededores…invitados famosos desfilaban por
una alfombra roja, dispuesta para la ocasión, entre los flashes de los
fotógrafos, repartidos unos para hacer su agosto, otros a la caza de la
exclusiva, los vítores de los fans y las miradas curiosas de los pocos
viandantes que ignoraban el evento…14 de noviembre de 2011, un día extraño para
el estreno de una película, pero todo estaba permitido para un acontecimiento
de tales dimensiones…y es que no en vano, Serafín se había convertido en el
personaje que más envidias generaba, la victima perfecta de las parodias y el
modelo a imitar en cualquier situación…
Miles de jóvenes en
el país vestían como él, repetían su discurso y soñaban con el mundo
alternativo que sin querer había inventado…
Los actores más
cotizados, al enterarse del proyecto, se ofrecieron a la productora con el
caché a la baja y el desconocido que resultó del casting ocupó con su suerte el
total de portadas y noticias…
Serafín se había
vuelto de carne y hueso ese mismo año, en una fiesta de carnaval, cuando a un
adolescente de hormonas alteradas se le ocurrió disfrazarse con ese, su aspecto
desvalido y descuidado, sus señas particulares y cierto coraje en la intención,
que no tardó mucho en ponerse de moda…
En un mes se
agotaron los tirantes amarillos y las pajaritas de cuadros, los zapatos de dos
colores y las gabardinas de detectives…los peluqueros no daban abasto para
repetir una y otra vez el mismo corte de pelo, chicos y chicas empeñados en
presumir de un flequillo imposible…y ese tatuaje en el cuello con la palabra
COMICO, se convirtió en el preferido de la tinta china en cualquiera de sus
versiones…
La editorial que
adquirió los derechos millonarios y que publicaba las tiras del cómics donde
Serafín empezaba sus andanzas, trabajaba las veinticuatro horas para saciar un
mercado impaciente por saber más de las aventuras y desventuras del héroe del
momento…emulando fenómenos anteriores de la ficción, pero sin las inversiones y
el glamour de Hollywood, Serafín invadió la normalidad de una sociedad nada
acostumbrada a disfrutar de los avatares de un individuo como otro cualquiera,
que se puso la rutina por sombrero y se jugó la vida a una carta, la de hacer
lo que le viniese en gana interpretando papeles de personas comunes y que la
mayoría de las veces no le correspondían…hablando en plata, usurpaba
identidades pero con la gracia e ingenuidad de la buena gente y un rosario de
casualidades y trampas del azar…lo que empezaba como un enredo de malos
entendidos, finalizaba en chiste con cierta moraleja que enganchaba al lector,
haciéndole seguidor incondicional y cómplice testigo de sus peripecias…
Lo que ocultaba
Serafín, o mejor dicho su fama, era que la mano que hizo el primer boceto de su
figura, nunca quiso que su creación, producto de un obligado reposo con tobillo
escayolado, saliera de aquel cuaderno de lomos negros y cartulinas inmaculadas,
repleto de historias que contar con forma de viñeta, y guardado con mimo en un
cajón desde que el 31 de diciembre de 2005, en la nochevieja más solitaria y
melancólica, nuestro autor decidiera abandonar intimo entretenimiento, borrador
y lápiz, por largos paseos que curaran su andar y el sano propósito de
recuperarse de una vez por todas de lo que verdaderamente le pasaba, esos
ataques de nostalgia que al llegar el invierno, confundían su memoria y
enfermaban su alma con la cercanía amenazante de las malditas fechas de
celebración y alegría supuesta, reuniones familiares, champán, deseos y uvas…
Si a esto le añadimos
el fracaso de su matrimonio, por que las desgracias nunca vienen solas, una
patada mal dada al balón jugando con su hijo, y una baja laboral que nubló su
futuro con tiempo y horas de sobra para carcomer su culpa, y pensamientos para
parar un tren, podemos fácilmente imaginar que el improvisado artista, fuera
presa del pánico y se obsesionara con actividades que mantuvieran ocupados su
cerebro, su sistema nervioso y hasta su sombra en el espejo…
Así pues una tarde de
frío y lluvia se dejó llevar por los recuerdos y desembocó en su infancia ya
algo lejana…irresistible a poner cara y nombre a las victimas de su evocación,
quitó el polvo a los álbumes de fotografías, y se preparó para pasar un buen
rato a costa de rememorar aquella otra época, cuando los sueños vestían de
reyes magos, el turrón hacía reír y los parientes menos allegados
protagonizaban el detalle anecdótico de los allí presentes, dándose a conocer
en medio del alboroto, alguna lágrima y la promesa incumplida de seguir en
contacto…y ahí estaba el que a la postre sería objeto de inspiración, ni le
recordaba, un primo segundo algo mayor que él, tan delgado, tan mustio,
llamando la atención desde la instantánea con su pinta de no haber roto un
plato, pero que metido en juerga imitaba de maravilla desde las raíces hasta la
última rama del árbol genealógico, a los vecinos del quinto, la frutera, el
carnicero y hasta el anciano que leía el periódico en el parque…y que resultó
ser un rebelde educado, un ligón pasado de rosca, el intelectual perdido, y por
deducción, el diferente, el raro, el fuera de lugar…comediante pobre y de
vocación, peculiar y original en su cáscara, sus maneras histriónicas encubrían
un fondo que poco tenía que ver con la frivolidad y la hipocresía que apuntaban
muchas veces hacía el universo de los focos, telones y camerinos…y que decían,
sin documento ni cadáver que lo confirmara, murió ayudando a los demás antes de
cumplir los veinticinco, mientras construía un teatro fugaz y espontáneo en
zona de guerra…entonces…
…A medías del
homenaje al frustrado intérprete desaparecido, y como alimento de una
autoestima escasa, con casi un mes por delante para intentarlo, ideó a Serafín
a imagen y semejanza de aquel otro Serafín, olvidado ya hasta por las flores
marchitas que adornaban su supuesta tumba…
En el instituto, las
caricaturas y el carboncillo se le habían dado bien, conseguidos los rasgos
básicos con paciencia entusiasta, se dedicó a la tarea de desarrollar carácter
y personalidad con infinita devoción, y un ingenio a trasquilones puso la nota
escrita a base de palabras y silencios que Serafín administraba
inteligentemente con frases ocurrentes y precisas y gestos sinceros y audaces…
Cuanto disfrutó como hacedor de seres con respiración y
latido, aunque fueran hechos y hazañas de una quimera, a caballo de una
biografía anónima lo que regalaba con su talento…hasta que la cruda realidad
llamó a su puerta y tuvo que despertar del letargo, con un sobresalto inútil y
el alta médica para regresar a la oficina…la fábula, la leyenda, el mito de
Serafín quedaron relegados en aquel rincón de madera, dormidos los misterios de
su relato, y reducido para la eternidad en un secreto hueco, resumido en un
bloc de cartón reciclado…si no fuera por que pasado algo más de un lustro,
aquel adolescente de hormonas alteradas, descubrió el tesoro que escondía su
padre, rebuscando una tarde de enero las claves y coordenadas cotillas, del
cambio a mejor que aquel hombre con el que convivía por voluntad propia, desde
hacía unas cuantas semanas, había dado sin explicación alguna…Así se topó con
la herencia adelantada que no tuvo mucha duda de donde invertir…no pidió
permiso para coger prestado lo que como buen egoísta creyó suyo, y a nuestro
autor le dio un infarto de sofoco y mala leche cuando a la mañana siguiente del
entierro de la sardina, se le apareció el fantasma de Serafín borracho y con
letras azules en el cuello, removiendo un café con sal a la hora del desayuno…
Lo que vino después
lo intuimos sin mucho afán, un embrollo de acusaciones filiares sometidas al
espanto legal que llovieron sobre mojado quedando en agua de borrajas, el
muchacho que creció en orgullo y responsabilidad derivando su conducta en
proclamarse adalid de una causa justa, quizás la llevara en los genes, y el
dinero que todo lo arregla, bueno algunas cosas no…por que el artífice de
Serafín, no supo digerir los argumentos de tanto triunfo y embarcado en una
nueva relación que le aportaba calma y equilibrio, naufragó una noche de
despilfarro y tormenta, en una isla de lujuria y mujeres teñidas de rubio y
pechos de silicona, acabando de pensionista en el Caribe, embaucado por las
promesas mentirosas de sexo y amor de la más lista que le sacó hasta los
céntimos del buche, y le dejó por uno más joven…pero ese es otro cantar…el que
nos interesa es el resultado de la mezcla de estos asuntos con la masa popular
que necesitada, acogió con los brazos abiertos a un simpático agitador, que
indignado y sin proponérselo, con renta vitalicia, alquiló la verdad a un primo
segundo llamado como él Serafín, y que hoy lunes, catorce de noviembre de 2011,
ajeno al disparate de su supervivencia y su existir, en otra parte del planeta,
adoptado por una tribu remota de lo más profundo del Amazonas, es el humano más
feliz, aunque no nos revele la incógnita…¿un aprendiz de loco encerrado en su
mente o simplemente un cómico?… eso sí, sin ataduras morales ni comunicación,
sin corsé ético ni consumismo materialista y entregado a la plena libertad de
representar cuantas veces quiera, y ante inocentes espectadores derrochadores
de humor y cariño, la obra cumbre de su experiencia, copiar sonrisas limpias y
honesta sencillez, flaco y ajado como una línea torcida, con un más que
previsible flequillo blanco, tirantes pálidos dados de si, pajarita remendada,
los zapatos de colores desgastados y sin suelas, y una gabardina de detective
deshilachada y sucia, con dos agujeros, uno sentimental a la altura del corazón
y otro de protesta, de tanto hacer cortes de manga…
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