martes, 29 de julio de 2014

11 Diciembre

   …Detrás de tu sombra, corre mi historia…apenas el retazo oscuro, emborronado de momentos, que el tiempo se empeña en escribir…letra a letra se lamentan mis días, sueñan mis noches y se esfuma la vida…son otros mundos inventados de palabras y frases hechas, construidos en la imaginación del sentimiento, que se mueven por la inercia de la fantasía…y es la magia de su misterio  quien envuelve su cielo y su mar…y yo te sigo…desde el prologo narrado en tercera persona, hasta el punto y final del último capitulo, entonces tuteo al destino fatal cuando me roba tu suspiro, el halo de tu aliento, el roce de tu dibujo…y delante del viento vuelo, persigo tu nombre, tu espacio, tu anhelo…

   Ahora, ahora que el silencio viste mi sonrisa muerta, ahora que el vacío ocupa la mirada de mi horizonte, ahora que la oscuridad roza el beso de mis labios…ahora…quiero decir tu nombre, pensar tu caricia, imaginar tu abrazo, repartir en palabras la música de mi sentimiento, escribir en el aire la necesidad de tu aliento…y sin embargo…ahora que te busco en cada rincón de tu ausencia, que corro al encuentro de cada momento en tu piel, que vuelo a lomos del deseo más tierno…ahora…siento la nausea de echarte de menos, el mareo de perderme en su sombra, el vuelco que derrite mi alma, mi corazón, mi sueño…y sin embargo, eternamente, por siempre, más que nunca, te quiero…


   …Rojo…se deshacía en la mezcla de su sangre…entonces no quiso mirar…en su mente la última imagen de ella, desnuda, clara, transparente…después la oscuridad de la pasión desmedida…en ese momento el fuego amarillo devoraba sus cuerpos y ya no era nada…ella mostraba descarada sus heridas muertas y él blasfemaba el silencio rompió efímero su vida…luego la noche vestida de luna, y él quieto, azul, riendo sus lágrimas…aún sujetaba en la mano el pincel asesino…ahora sí quiso mirar…el color que mojaba sus manos rozó el lienzo…no había sensación igual…

domingo, 20 de julio de 2014

27 Noviembre

   …El adiós atravesado en la garganta, las lágrimas secas, la piel muerta…el perfil de tus gestos se desvanecían en mi mente antes de que te fueras, y mi corazón dejaba de latir…y te amé…te amé en el silencio que ya nos separaba, en las horas del reloj que no compartiríamos, en la ansiedad angustiosa del próximo encuentro…no hubo despedida…faltan palabras y sobran letras…no hay música de trompetas, ni timbales de alegría, no hay bailes de salón, ni fiestas de fantasía…las manos que se rozan casi sin querer, que devuelven a traición tantas sensaciones…una mirada perdida que se encuentra en el mismo aliento, que descubre la sombra de una herida…los labios sellados en un leve suspiro, que se abren al eco del viento del alma…y el beso…las bocas que se quieren encontrar y encuentran el mismo sabor, que comparten el mismo aire, que se mojan de la misma humedad, las que me alejan de ti, las que me llevan al otro lado…a mi vida en trazos ciegos…y clavo los pies y vuelvo la cabeza…tu silueta se esfuma…y en la última estampa, tu nombre pinta de arco iris el blanco y negro del momento…después…después, nada…

    Era tu nombre, supongo que también tu apellido…no me dio tiempo a leerlo…abrí los ojos justo en ese instante que todo se aclaraba…no podía creer que todo había sido un sueño…me costó, claro que costó acostumbrarme a la realidad de las seis de la mañana…venía no sé, como envuelta en una nube de cristal, los pies ni siquiera los sentía en el suelo y que dolor reaccionar al movimiento…volaba, eso estoy segura…surcaba paisajes irreconocibles…lo cierto es que tampoco me reconocía en la protagonista, pero era yo…lo noté en cuanto te vi…debía haber recorrido el mundo unas cuantas veces…luego supe por qué…y allí, en un punto perdido del horizonte, tu silueta, reflejada en un espejo azul tan grande como la eternidad, me esperaba…luego adiviné tu mirada rasgando el aire, y la ternura de tu piel…de repente las alas dejaron de funcionar como por arte de magia y caí, caí a la velocidad del rayo, pero…¡sorpresa!...tus brazos estaban sujetándome, y tu boca me invitaba a nadar en el beso más hermoso…ya dejó de existir todo…respiraba el latido de tu alma, y me bastaba tu presencia para sobrevivir…entonces ocurrió, el paraíso donde estábamos se nubló aquella tarde, y el viento prometió tormenta…y aquel terrible temblor que me separó de ti…ni el abrazo más tenaz sujetó nuestros cuerpos…me sacudió una ola salada que me hizo escupir el tiempo y te busqué otra vez…caminé y supliqué a mis pasos que encontraran tu huella, atravesé las esquinas y los secretos de la tierra, descosí el cielo por si te escondían sus nieblas y vacié el mar…y le volví a llenar con el llanto de mis venas…cansada, impotente y casi muerta regresé al principio…y, y…¡Dios!...tus letras…era tu nombre, supongo que también tu apellido…no me dio tiempo a leerlo, el despertador ensombreció la duda…y es que´nunca sabré como se llama tu ausencia…se me olvidó que en el sueño no quisiste que lo supiera…


   …la suavidad de tu piel erizaba la mía, y la humedad de tu mirada mojaba mi boca…entonces mi alma latía al compás de mi excitación…el fuego que tiritaba en mis venas, el hielo que ardía en mi locura, la pasión que explotaba entre mis muslos…y te deseaba, te deseaba con cada milímetro de mi cuerpo, en cada instante de mi mente, en todos los rincones del aliento que respirábamos juntas…bastaba insinuar tu roce, dibujar la caricia de tus senos o intuir el dulce jugo de tu sexo para crear un mar transparente al sueño…mis ojos no veían mas que tu placer, mis labios recorrían una y otra vez el paisaje siempre más colorido de tu horizonte y…la suavidad de tu piel eriza la mía y la humedad de tu mirada moja mi boca…entonces mi alma late al compás de mi excitación…te deseaba ayer y te deseo hoy…

domingo, 13 de julio de 2014

06 Noviembre

   …Giro la cabeza con los ojos cerrados, aún te  huelo, pero no estás…muevo mis brazos desesperados en encontrar el abrazo de tu cuerpo, pero no estás…aún está caliente el hueco de tu ser en mi cama, y adelanto mis labios, impacientes de morir en tu boca, pero no estás…y me sorprende mi propia voz llamándote, se extingue el grito en el suspiro ahogado de lágrimas que mojan tu nombre…nadie contesta…tu no estás…me levanto sin posar los pies en el suelo, y te busco en los rincones de cada momento vivido…registro cada espacio que la huella de tu presencia haya tocado…rozo con mis dedos el detalle al milímetro de los trozos que tus ojos hayan mirado…y tu no estás…después nada…el vacío de tu ausencia, el llanto del adiós, la impotencia del silencio…y vuelvo al oscuro refugio que me ofrece el último lugar donde hemos estado juntas, y tanteo la humedad de nuestro amor…quizás ya latente…y entonces…entonces, descubro la playa caliente de tu piel, las olas salvajes de tu deseo, la sal dulce de tu sexo…y me sumergí en el mar de nuestro encuentro otra vez, y te encuentro…allí donde acaba el mar…aquí en mi alma donde permanece la eternidad de la tuya…

   …mis pies se hundieron en el cieno y entonces ya no pude andar…poco a poco me sumergía en una humedad viscosa y negra, después el frío fue insoportable…temblaba en un hueco vacío de espacio y tiempo, nada existía más allá de mi aliento cada vez más invisible…el miedo me sorprendió sin fuerzas para que mi corazón siguiera latiendo, y con la mente abandonada a la impotencia, a la rabia adormilada ya de lo inexplicable…me dolía algo que parecía seguir siendo mi cuerpo, y los recuerdos empezaban a sangrar…tu estabas en todos ellos…tu mantenías mis ojos abiertos, tu me obligaste a gritar un nombre…el silencio me devolvió el eco de un llanto seco, las alas rotas de una esperanza, y el futuro reducido al secreto de sobrevivir…luego no pude pensar, el sueño invadió los misterios del cerebro, y la magia fantástica de una ilusión me hizo estremecer sin yo casi saberlo…venías a rescatarme con los brazos extendidos, la sonrisa franca de un te quiero, y los ojos fijos en ese agujero que empezaba a clarear a golpe de viento…desperté en las sabanas encharcadas de mi propia angustia y la tristeza inquieta de la verdad…tu no estabas…la última lágrima se escurrió sin querer y murió lenta…tal vez, donde acaba el mar…


   Qué lo sepa todo el mundo…si, lo dije…no para defender la bandera de la diferencia, ni para esclavizarme de falsas verdades…sólo era una frase en alto…que escuche también el viento las palabras que el alma escribe en el silencio…que se haga eco el día de los sueños dormido, despiertos…que la noche muera entre secretos mientras las estrellas apuñalan la oscuridad…que lo sepa todo el mundo y usted también…que la amo…que mi vida no tiene más dueño que el latido de su ser…que mi corazón se ahoga si no nada en su nombre…que mis sentidos se esfuman si no existe su piel…y usted cree que estoy loca…envolverme en la sutil seda de la hipocresía, deshacerme en mentiras ocultas, consumirme en el sufrimiento del otro deber…el fácil pecado…no…sería como cerrar los ojos y no ver el mar que me ofrece en su mirada…romper las alas que su presencia me presta antes de intentar el vuelo, consumirme en el sufrimiento del que dirán cuando mi biblia sagrada está en ella, en sus gestos, en sus suspiros, en su sentir…Y no…no se me rinde la voz para gritar otra vez que la amo, y la amaré siempre…y que lo escuche quien quiera, y que me excomulguen del universo si hace falta…yo no necesito más espacio que su huella, ni más tiempo que el del próximo encuentro y respirarla cerca…Si…prefiero que siga creyendo que estoy loca, pero por favor no arranque mi luna del único cielo que me queda, no atraviese de excusas la esperanza que me arropa, no ria mis lágrimas y calle mi angustia…el destino llueve desierto, no existe río que moje, el frío tiembla de miedo…y yo…camino despacio buscando de su mano…donde acabe el mar...

lunes, 7 de julio de 2014

26 Octubre

   …”me gusta la gente que se complica la vida”…alguien lo dijo por televisión y yo sentí un extraño alivio…nunca había odio decir nada a nadie públicamente relacionado con ese concepto de vivir…”complicarse”…cuantas veces me había preguntado hasta ese mismo momento qué tenía de raro mojarse el culo…es cierto que todos mis allegados, más o menos cercanos, cuando me conocían un poco convertían en su frase favorita, y por tanto mi propia definición, o mejor etiqueta, que ya sabemos por donde van los tiros…”tu es que te complicas demasiado”…el consiguiente gesto después del silencio más confundido era bajar la cabeza, y replegar mis propios principios al origen de los errores, a la sombra de la culpabilidad, a la esquina más oscura de la conciencia…lo peor es qué pensé muchas veces en cambiar…pero, ¿cambiar qué?...llegaba a la conclusión, después de interminables comidas de coco, que tendría que nacer de nuevo y con los chips renovados…y lo cierto es que luego miraba a mi alrededor y no justificaba la superficialidad de los otros, su vacío, su hipocresía y su…en resumidas cuentas…infelicidad…por eso me resistía a rasgarme yo sola las vestiduras por nadar contracorriente, ir a pecho descubierto, o ser sincera has ta las últimas consecuencias…amén de no callarme una critica, rebelarme ante mi misma complacencia o llorar impotente en forma de revolución, aunque fuese interna, es decir, negarme a protegerme con el paraguas que a todos nos reparten por igual, ese negro y grande, que nos acojona con sus varillas amenazantes y sus goteras supuestas, pero que impone su respeto al que lo lleva encima…¡pobres!...con la de formas que hay de protegerse de la vulgaridad, la mentira, la puñalada trapera y todos esos adjetivos que nos igualan en masa, no en iguales, si fuera así otro gallo cantaría…en fin, qué ya casi se me había olvidado que yo me “complicaba” la vida cuando oí, a este buen señor decir semejante locura, dirían algunos ignorantes…y han pasado ya muchos días desde ese rato de complicidad, y mis circunstancias no han cambiado…ni la gente a mi alrededor, ni las bases de mi pensamiento…total que también en ese minuto me mojé cuando era otro quien me prestaba el paraguas de la falsa comprensión, es decir, la complicación, obstáculo, depende nuestro sentido de la sencillez, de nuestro propio mar y sus tempestades, y como no, de nuestra muerte…yo quiero llegar a ella empapada en vida…¿y tú?...

   Dar forma al silencio…rompiendo las palabras, esquivando el pensamiento, y es que digo tu nombre y calla el viento, evoco tu roce y suspira el tiempo…las grietas de tu ausencia estallan en los rincones de cada momento, y sin ti…un hueco sin nada cuando siento…es tu mirar mi día, y tu respirar mi latido, es tu caricia mi sueño, tu beso mi única medida…y ya no hay verbos, ni adjetivos, ni letras de colores, ya no hay comas, ni dos puntos, y los adverbios has desaparecido…duermen las preposiciones, se quiebra la exclamación, se esconden los puntos y aparte…¿Dónde están los paréntesis?...ahogado aparece el punto y seguido, el futuro en brazos del presente, perdido el pasado imperfecto, ciego el condicional…mudos los refranes, naufraga la pregunta y en sus alas muere la interrogación…entonces, en el aire la soledad de un gesto…tu que vienes…yo con los brazos abiertos...


   …Explicarte el placer que sentí anoche y no poder mirar tus ojos, relatarte los pormenores de un momento fugaz y no rozar tu piel, contarte con mis gestos el suspiro que tus oídos no pueden ver…de que serviría torturar la imaginación a golpe de recuerdo…mi amor…fueron tus manos quienes recorrían mi goce secreto, tu boca secando el escozor de mi humedad, mientras tus brazos acunaban el vaivén de mi cuerpo…vida mía…tantas ganas de ti, bastaron en mi mente, para saciar el deseo salvaje que provoca el simple y sencillo intuir de tu nombre…no fue necesaria más pasión que la acumulada en la memoria, ni más fuego que el que arrebato al olvido, ni más caricias que las que respiro en las sensaciones de tu silencio…