domingo, 24 de agosto de 2014

MARY SOMETHING






   ...Fueron la casualidad, el azar o el destino y unas cuantas gotas de amor y desamor ajenas a mi y en proporciones idénticas, las que después del tiempo necesario para la mezcla y el reposo de los acontecimientos trajeron inesperadamente  y de rebote a mi vida a Mary Something...al principio creí estar frente a una persona sin definir del todo, trazada con los rasgos propios, gruesos y muy bien marcados de la inexperiencia y la juventud...me costaba entonces prestarle la atención necesaria, salvo por su constante machaqueo en las muchas conversaciones, nunca profundas, de fuertes y entusiastas convicciones en aspectos que para la mayoría teníamos olvidados...quizás esa utopía invisible que relataban sus inocentes y hasta atrevidos discursos ralos, o el roce de la coincidencia y sus momentos distraídos, convirtiendo su compañía en amistad lenta, han convencido sin notar que me estaba calando y casi sin querer, a mis sentimientos de aceptar la suerte y el regalo que supone sin más, conocerla...
   Ya va por el séptimo año que no deja de sorprenderme su entrega al arte de aprender y madurar su propio camino, de cómo sin perder la identidad de su origen, un pueblo andaluz, pequeño y de humilde tradición minera, ha enriquecido sus señas incautas, con tripas y corazón adoptados de si misma en las continuas batallas de la gran ciudad, superando con éxito, sus exigencias y requisitos para sobrevivir lejos del mar arbolado y verde de su infancia y su calma...al que regresa, todo hay que decirlo, siempre que puede o se lo acerca con visitas familiares, encantadas de venir a verla, y memoria que salpica nuestros encuentros de recuerdo, nostalgia y vida...
   Como la que llena la fiesta de sus ojos, dispuestos siempre a la caricia tierna, la risa sin pasaporte o el llanto sincero de lluvia y viento fresco...
   Larga y huesuda, y en la cara tantas pecas como sonrisas, se te acerca con gesto decidido y firme, nada que ver con su andar desgarbado y confuso, su galgo al lado y unas ganas inmensas de contagiar los detalles de su pasión, los animales y los ancianos...por eso no cejó su empeño testarudo de trabajar con ellos, unos en cuerpo y alma, dejándose la piel y los sentidos para empapar de alegría y dedicación el borde de sus colchones, otros en alma y cuerpo, evadiendo la mente a disposición de sus sentidos y su piel cuando se lo permiten...
   Mary Something, ella es así...cercana reconociendo y superando sus miedos, su inseguridad y dudas, distante y hasta un poco cobarde en el compromiso, no en ese de la lealtad y el de darte, no, es en el del error, el equivoco, que mancha y emborrona de realidad su fe y su optimismo, el que golpea con su tristeza fatal e inevitable la frágil melancolía...el que revuelve  muecas francas en arrugas tímidas, haciendo que se refugie en la orilla contraria, alejada y temerosa de seguir adelante...y claro que su carácter afable y simpático compensa la incertidumbre del reparto generoso de sus emociones porque de esencia inquieta, aún en la vulnerabilidad de sus silencios, nunca se para, nunca enmudece el susurro valiente de sus sueños, nunca desvanece en el rebelde suspiro de su deseo de vuelo tranquilo, curioso y honesto...
   Mary “algo”...algo ingenua, algo tenaz, algo caótica, libre…toda una autentica tormenta de naturaleza y verdad...
   En un rato he quedado con ella...llegará puntual montada en su bicicleta, cómplice humana y fiel, engalanada como en cada ocasión, a imagen y semejanza...tarareando las notas distorsionadas de una radio que solo el acento de su voz escucha, y cuando lea las palabras que por fuera y por dentro intenta esbozar su retrato, acertado más o menos...se encogerá de hombros y me confirmará: “...es lo que hay...”









domingo, 17 de agosto de 2014

DESPEDIDA




   ...Y tuve que decirte adiós, el corazón encogido y las lágrimas ahogando en un nudo seco la garganta, un rastro sordo de palabras calladas seguido por mudo silencio y los ojos cerrados, borrachos de vida...fue en ese último abrazo que se me descosió el alma, herida para siempre de verde y tierra, y siempre a tu vera, me fui marchando...me dejé en tu piel recia el sabor del aire, en tus manos callosas el murmullo dulce de los arroyos, y en mi mente un desbocado latido de rabia y propósito, volver cuanto antes al recodo claro de tus fronteras, al canto melodioso de los ecos de tu nombre, a la caricia tierna de las voces de tus gentes...y sé que me esperas, paciente, en eterna quietud, como amante que se entrega a la desnudez de su vestido de luz, y en un suspiro invisible enamora con la cierta promesa de seguir allí...luego temblé de emoción, casi sin querer...los valles de tu calma, tan cómplices de mi melancolía, salían al encuentro del regreso y de mis pensamientos, mientras mi mente se iba llenando de imágenes de ti, y ese puro sentir bordando el recuerdo, el machaqueo constante de sangre y nervios en un vuelco del estómago cuando decidí parar, hacer un alto en el camino y abandonar al horizonte infinito la mirada de mis pupilas...ya la recogeré otro día empapada de bruma y rocío, o quizás, perseguirá mi nostalgia a través de fantasmas perdidos en gris, si acaso el destino juega al escondite de tu mapa conmigo...y sin vista me fui alejando, mi ansia en un rumor al borde del precipicio, las ganas frescas soplándome escalofríos en el cogote, aplausos tristes como testigos de finales rotos...y en este arrebato de terciopelo, clamor y púrpura, apuro todos los instantes en este mismo momento, las agujas en alto, los relojes parados y como no, a merced del tiempo y del espacio, que de antemano vencida, me buscan, me provocan y me pueden, lamentando caprichosos la dulce insistencia de mi memoria...que rebelde nunca renuncia...





domingo, 10 de agosto de 2014


DESCRIPCIÓN




     El corralón...en la esquina de mi casa y sin embargo, tan lejos, tan distante, tan solitario...grande, vacío, desierto...hundido en la soledad de un hueco desnudo y desangelado de paredes, de tapias...una cicatriz atraviesa su semblante terroso y triste, es el esqueleto seco de un tronco muerto, erguido en la inutilidad y el gris del escaso horizonte...y siempre el silencio sobrevolando la espera, sin pisadas, sin palabras que no fueran las nuestras, chiquillos ansiosos de un espacio propio donde soltar las voces, empezar camino y soñar las alas que un día nos hicieran levantar el vuelo...






Atajos
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Atajos

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 ...a medio camino entre un curso malogrado y el hechizo de la burbuja mágica...
                                                                             2012/2013