lunes, 7 de enero de 2013

Metáforas sin alas, gaviota en gris...









Carta al tiempo...y sin mes

   ...Simplemente era otro corte, he utilizado la cuchilla de afeitar, miles de hilos inverosímiles empiezan a evocar una sangre que tarda en volverse roja...
   Creía que para suicidarse había que tener mucho valor y defendía esta estúpida idea ante todos los que se empeñaban en demostrarme, estúpidamente, lo cobarde de esa acción...Ahora para cuando mi misma estoy
siendo una valiente, traspasando la frontera del no hay marcha atrás, caigo en la idea de que quitarse la vida, no es más que otra circunstancia de las muchas en que se convierte la existencia cuando uno tiende a dejarla en manos del destino...
   ...Sigo sentada en el suelo, dejándome llevar por el recorrido ahora y sobre mi piel de lo que llenaba mis venas...
   Traspaso sin darme cuenta la barrera de la explicación que presuntamente debería tenerlo decidido, y entonces sus causas se disuelven en mi pensamiento, como mi nombre, los recuerdos y todas aquellas cosas que tanto peso tienen en la mente...
   ...Empiezo a marearme, el suelo no parece tan frío como antes, no distingo formas a mí alrededor...
   Hubo un tiempo que ser fatalista determinaba una manera de ser, cualquier situación, los caminos a tomar y hasta las palabras, cuando por fin me rebelé ante ese monstruo que vive de sus disfraces, que cree muy seguro alimentarnos con su trampa y su truco...era demasiado tarde y sin muchas armas, sucumbí cual guerrero, que antes de poder siquiera levantar su espada, la del enemigo ya le ha atravesado el alma....
   ...Se me cierran los ojos, la muerte promete ser dulce, no me dejes sola, coge mi mano y siente en mi corazón como se desarrolló la batalla...

Enero...A la luna tierna

   Sé que estás hecha de la misma raíz profunda que las palabras, que te vistes cada mañana con un manto de alegría sincera y clara, que mueves con tus manos un mundo de mil metáforas...
   Sé que escondes en tu alma, quizás el retazo de una historia jamás contada, que la estrofa de tu vida nunca empieza, nunca acaba, que el recuerdo de tu infancia yace al lado de cada sílaba...
   Sé que anhelas, acaso poesía, que te cuenten, que te digan, que tu futuro levita en el verbo que se conjuga, que tus sueños de colores inventan letras de fantasía...
   Sé que tu risa describe un corazón en almíbar, que tu mirada relata el sentir de una caricia, que tu nombre es, tal vez, el misterio de una prosa malherida...

Febrero...A la brisa de la mañana

   ...Es quizás en ese fugaz momento, que sentada al borde de la mañana, late en mi un pequeño sentimiento que va creciendo impaciente al encuentro, otra vez como ayer, de tu mirada...y asombrada me descubro preguntándome, en el leve suspiro hacía tus ojos, qué invisible sensación respiro, cuando el tupido manto rosa de tu ausencia me envuelve toda...Por que no es verde esmeralda del te quiero tantas veces recurrido, ni azul cielo de cualquier te necesito herido, no me recuerda al naranja radiante de la añoranza, ni al lila morado violeta, coqueta nostalgia...tampoco se parece al gris tristeza de una perla olvidada, ni al opaco blanco de la más pura inocencia...descartado está el negro brillante, tan melancólico, tan suave, y qué decir del soñador amarillo limón, traviesa imaginación, o de regalarle al viento un beso, pequeña almendra marrón, todo por no dejarme rendir ante el rojo sangre del te amo más grande...
   Y es quizás en ese fugaz momento, que sentada al borde de tu mirada, palpita como agua transparente y clara, ese pequeño sentimiento que ha ido creciendo impaciente, otra vez como ayer, mientras te nombraba, y asombrada me descubro contestándome, que incolora emoción me mueve, qué es de verdad lo que siento cuando estoy contigo, para echarlo tanto de menos...y es que el recuerdo rosa palo de tu presencia destapa la magia irisada cada mañana, por que es el verde de la esperanza tatuada a fuego en la piel del mar, y el azul dorado, cielo almidonado, universo de nubes y estrellas, me recuerda el naranja pecado de un ocaso eterno, noche sin fin, y al lila morado violeta de una flor desconocida inventada de ti...se parece al gris inmenso del susurro de un bosque y al blanco nevado de mil fuentes de abril....está en el negro azabache de cada espejo, tu imagen, tu reflejo, tu sombra mate...y qué decir de la melodía del sueño, pájaro amarillo que trae en las alas la paciencia de la calma, o de regalarle al viento, por supuesto, una nave de madera marrón con todos mis besos...Y todo por dejarme vencer, caída a los pies, del rojo corazón, diamante que contenga el amor más grande...

Marzo...Al espejo roto

   ...Quise creer que aquella imagen era la mía. Como cada mañana, el espejo del baño se ofrecía para recordarme que seguía existiendo, a pesar de que una noche prodiga en pesadillas, me hiciera dudar de la realidad de mi cuerpo, mientras sonaba el zumbido lejano pero insoportable del despertador...
   Ella llevaba mi albornoz y se secaba con mi toalla, pero sus gestos, sus movimientos, no confrontaban con el estupor que había dejado lacios mis músculos, y paralizados todos los centros neurálgicos de mi cerebro...Tardé no sé el tiempo en darme cuenta de que me miraba, como si no me conociera, lentamente, de arriba abajo, deteniéndose por fin en mis ojos. No sentí miedo hasta después, cuando me habló...Creía haber descubierto un rasgo de mi misma en el fondo de su mirada un tanto escéptica, sin embargo tan infinita, y al cabo me perdí en un color que no reconocí, entonces su voz como de hielo, retumbó de azulejo en azulejo, y quise correr, pero una mano hermética y ferrosa me sujetaba. Apreté los parpados con fuerza, hasta que una multitud de puntitos estrellados me obligó a enfrentarme con no sabía tampoco qué...
   ...Solo dijo mi nombre, y a mi me pareció la letanía de todo mi ser, el resumen ajeno de alguien que ya no me pertenecía, por que envuelta en humedad y vaho se fue...cuando sonó el zumbido lejano pero insoportable del despertador...

Abril...A la soledad de una lágrima

   ...Deja que su ternura desemboque en el vacío, y entonces aquella extraña sensación, como de volver a la nada, apareció en el horizonte de sus ojos convertida en bruma. El paisaje al cual creía pertenecer se difuminó en óleo y acuarela y se abandona impotente y quieta a las olas suaves que mecen sus pensamientos...
   Apenas nota que su cuerpo, aún mojado, reclama más sol que el del crepúsculo, que un tanto caprichoso lo ha dibujado a ratos lentos entre los árboles. Sigue inmóvil y temerosa de repente en pensar que se adhiere a si misma pegajosa como la nostalgia...
   Y recuerda, con la mirada fija y seca, como en un disparo de luz, otra tarde también gris, cuando delante del espejo se arreglaba para una cita, y mientras canturreaba alegre y perfecta al ritmo de pulseras y pendientes, el cristal le devolvió una mueca melancólica y perdida en el tiempo, que como burbuja en el aire, evaporó su buena disposición y sus ganas de salir. Pasó toda la noche sin moverse, hueca, sin encontrar en algo ni en alguien, un cabo al que agarrarse antes de naufragar en ese mar inmenso de la soledad...
   Y como ahora, las fuerzas intentan inútiles, concentrarse en creer en una misma, sobreviviente inerte, como se sentía ella, de un mundo que va a lo suyo, arrastrando en la corriente cruel, sin miramiento ni diferencia, nombres, personas y sueños...
   Por fin, en un momento indeterminado de su quietud, como autómata, se incorpora al movimiento, y dejándose empujar por sus piel descalzos que la hieren, regresa vencida sin comprender que ha pasado del todo, en este día, en aquel día, en otros muchos...Oye acercarse el bullicio de voces y de gente, no tiene ánimos de ver ni de ser vista...Huye ligera hacía el apartamento y con una leve sonrisa se despide del faro, el alivio le llega en un suspiro mirando las estrellas...

Mayo...Al invierno y su noche

   Somos muchos los viajeros que hemos tomado el camino más difícil, el más intenso, para atravesar esta vida buscando un único sueño; perderse en la inmensidad del mar después de recorrer descalzos las arenas ardientes, cristal helado del desierto, y soportar en la piel desnuda sus largos días de fuego, aguantando el alma, sin cobijo y sin abrigo, sus solitarias noches de escarcha, de eterno invierno...
   A la deriva, en el tiempo más lento y en un espacio insaciable de vacío, es fácil caer en la tentación de su terrible juego, magia negra de un millón de espejos, que mi mente convertida ya en realidad deforme, imagina ciertos...
Haciéndome correr a veces, hacía un supuesto paraíso pedido que huye al contacto de mis dedos cuando intento ponerle nombre y calla, dejándome entregada al silencio después de llevarse mi ser...
   ...Y es entonces que algunos de mis compañeros, se abandonan cansados y vencidos, a los pies de cualquier oasis que aunque desconocen, les da alivio en la sed y sombra en el espíritu...Otros seguimos andando, con el dolor y el sufrimiento a cuestas de quien va dejando atrás, no sólo el llanto triste y frustrante de la impotencia, sino de nuestra ilusión, más trozo roto, más esperanza muerta...
   Yo he elegido este camino y asumo que me pueda quedar vagando en él, y que quizás nunca encuentre mi mar...y es que nadie tiene la culpa de no tener brazos de ola y espuma que me arrastren dulce hacía su calma, y me hagan para siempre pertenecer al eco incansable de un nombre, al color profundo de una piel...

Junio...Al roce del viento

   ...No sé si mis alas son azules como el cielo, blancas como esta página o invisibles como el simple hecho de echarte de menos...lo cierto es que sobrevuelo muchas veces la interminable lejanía hasta tu encuentro, y en el constante devenir que me depara el largo camino hasta averiguar el horizonte de tus ojos, solo me mueve el viento de mis letras, una voz mojada en tinta que late, y la esperanza tatuada en la piel de quien siente una ausencia. Es por eso que necesito de paloma mensajera encerrada entre sobre y sello para decirte, para que sepas, que anhelo compartir contigo, que más allá de las confusiones de la distancia, de las dudosas silabas no dichas a tiempo, o de esas frases que siempre pertenecen a los otros minutos, quiero respirar de tu aliento todas las cosas que no cuentan las palabras, y perderme en el silencio travieso de cualquiera de tus gestos, o naufragar en las ingles mojadas, por qué no, de tu mirada...
   Y tendrás que perdonar, si a veces lo que te demuestro en nuestras charlas, se aleja un poco de lo que me gustaría y pretendo...No es fácil, por más transparente que me muestre, resumir en fecha y hora tantas sensaciones espontáneas y efímeras, que al cabo del día pronuncia, sólo para ti, con alas de mariposa, el eco callado de mi corazón.
   Y si no estás cuando te busco, ni me respondes cuando te nombro, déjame que invente otra forma, otro mundo donde llegarte y que me aprendas toda.

Julio...Al olvido dulce

   ...Y fue de repente que el manto invisible del silencio, envolvió con lazo de seda ese preciso instante en que mis ojos, perdidos en lo imposible, te reconocieron, fugaz y furtiva, por primera vez...entonces supe que todo había sido un sueño, que sólo podía esperar imaginando momentos y que quizás nunca, por más que quisieran mis ganas, existiría un espacio, un tiempo para encontrarte...si acaso, en ese universo de palabras que desde hace ya una eternidad invento cada día, cuando la distancia calla, cuando las circunstancias pueden y obligan...
   ...Te gusta susurrarme al oído que soy un error en tu agenda, que aquella noche sin luna, el sentimiento que dibujaste en mi corazón era polvo blanco como la tiza del número equivocado en tu cabeza, y soplas con viento de estrellas a través de las ondas y te ríes en alto, hasta que mi despedida se contagia de la burla y disfrazada de sonrisa, se vuelve punto y seguido del mismo relato...
   Y no sé si es el calor de un verano teñido de sombras, que inconsciente confunde latido y razón, pero parece que se te olvidan las largas noches de cielo raso, cuando el frío no te deja soñar y me llamas de madrugada con llanto de inútil suplica, para que te envíe una carta certificada, mariposas de colores que despierten con sus alas de acuarela tus mañanas, heladas en gris...

Agosto...A la lluvia de plata

   Y cada noche, la luna de cara blanca y traje de circunferencia, se empeña en acunar mi sueño, susurrándome al oído la nana de tu nombre, y despistada, no se da cuenta que al roce leve de su mano de estrellas, mis ojos sólo se cierran cuando el cauce seco de un millón de lágrimas se llena, entonces el débil latido de mi alma se ahoga entre las olas salvajes de tu ausencia...
   Y mientras soy naufrago, y me pierdo en los dulces brazos de las sensaciones que fueron, ella obstinada, me sonríe en azul desesperado y me pide clama y espera, dibujando en el cielo gestos de nubes exageradas...
   ...Intento hablarle y busco en el diccionario de mis labios las palabras eternas y los versos tan consumidos que sin embargo no entiende, y grito a los astros que me ayuden, que la traduzcan el significado de mis dudas, que no deje escapar tantas preguntas y respuestas que huyen de la razón...Pero tiemblo cuando me mira convertida en plata, y mi corazón se abre al tocar tan cerca la música de tu voz, y mis sentidos se embriagan al sabor terciopelo de tus silencios...
   Y sé que es sin querer que da la vuelta arrastrando la oscuridad, y tu risa con ella, un broche dorado prende las últimas sombras, el día prepotente y violento rompe mi ventana y en la resaca triste de la despedida, no puede decirte adiós...

Septiembre...Al eco del silencio

   ...Y busco tras tu silencio el sentido de mi herida, y me escondo del tiempo en el pliegue sedoso de tu risa, y es al borde de tu misterio que se rompen mis límites, que estallan mis fronteras en roce tibio de tu brisa...
   Pero después de la leve caricia de tus dedos, apenas si queda el eco lejano de un secreto compartido, el llanto púrpura de quien incomprendido se resigna, o aquel manojo de sueños, ya rotos, elevados al cielo en una noche de agosto, estampados contra el suelo el día que la impotencia y ese montón de circunstancias frígidas, les pudrieran las alas, les mataran la vida...
   ...Y me refugio temblando en el aliento suave de tu nombre, en el hueco cálido de tu mano extendida, en la estrella tatuada que sólo en tu piel brilla...
   Pero es en la distancia irreal entre el futuro y el pasado, que el detalle de tu ausencia se hace cada vez más presente y el recuerdo de cada palabra, corazón latente...
   ...Y quisiera volver al mar que susurra entre líneas, y retar al destino del tridente que todo lo puede, y caer rendida en la playa de tus pies después de haberle arrancado el beso eterno de la sal de tus labios...

Octubre...A lo imposible de un sueño

   Y mecida por la brisa de tu voz, dormí aquella noche abrazada al exótico latido de una fantasía fugaz...las notas mágicas de una lejana melodía, poco a poco embrujaba el silencio que nos había vencido fácil, y apenas sin darnos cuenta, acomodábamos nuestros ojos en una mirada sin sombras, perdida como aquel extraño lugar en ningún sitio, entre el espacio y el tiempo, y tuve que tocar tu mano, rozar con la punta de mis dedos, la piel real de un trozo de sueño, que temía escapara como el aliento dulce y embriagador de tantos besos, que mi boca esbozaba inútil, naufragando toda yo, lunática y a la deriva en el inmenso mar de tus gestos...
   ...Y sonreías sin hablar, y convertías el viento en fuego que quema por dentro, y dibujaste una vez el arco iris en el borde tu escote, cuando jugando rebelde y provocador que quedó atrapado el pedazo más travieso de mi corazón...
   Y quise acercarme más a ti, sentirte respirar la música clara y limpia que envolvería con lazo de seda tu nuca al susurro de mis palabras, si no fuera por que el miedo las mataba antes siquiera de pensarlas...
   ...Y entonces sucedió, que al amparo de tu paciencia, las estrellas cambiaron de cielo y prendidas en el eco de tu risa, contagiaron sensibles  y tiernas, las dudas de mi alma, y fue al abrigo estremecedor de esa sensación osada e inquieta que pude inventar un nuevo lenguaje para ti, repleto de flores que nunca marchitan, de manojos de ilusiones que se abren si imaginas, de jardines de emociones que sólo hay que regar con estar viva...
   Pero mientras grababa tu regalo con el oro miel de mi sentimiento, tu imagen tan espontánea desapareció, tu forma se diluía en ese mismo instante que la distancia del momento enfureció, acallando tu nombre, haciendo invisible tu huída...Y fue que la nada escrita en una lágrima, entró como la mañana, con muchas prisas, por mi ventana.

Noviembre...Al adiós de la esperanza

   ...Hasta que tu te fuiste no quise acariciar el sabor triste de tu silencio, ni quise recibir en mi aliento, el color escarcha de tu voz, cicatrizada momento a momento, en el horizonte miel, beso del recuerdo...
   Y como cada día negro sombra, desde que tu te fuiste, te espero gris, inútil y vana en el hueco oscuro del tiempo, emborrachándome del alma agridulce de este querer de un manantial en flor, bordado en la piel sedosa de nuestras sensaciones a paso despistado y tierno...
   ...Hasta que tu te fuiste, la perezosa luna de tu mirada s escondió en la plata de mi sueño, regalando el aliento, el perfume fugaz y eterno de una noche mágica de abril...y heló en blanco nieve el fuego azul de mi vientre, universo mojado del corazón limón de un bosque encantado, y del sudor menta del adiós de una fresa silvestre...desde que tu te fuiste...

Diciembre...Al beso del recuerdo

   Y la aurora sorprendió su nombre escapando por una ventana, y la siguió a través del bosque...sonreía con el canto de los pájaros y se paraba a menudo, quería oler todas las flores...el río mojó sus pies descalzos y el agua clara calmó su sed, contempló su imagen reflejada en el cristal limpio del cauce y deseó reconocerse, pero perdió su mirada ausente en el lomo azul de un unicornio que parecía esperarla...
   Ignorante de su destino, olvidó en un segundo todos los presentes y en buena compañía se dispuso a andar camino a camino, cada sueño soñado cuando despierta se envolvía de la magia y fantasía de otros tiempos pasados...



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