domingo, 6 de octubre de 2013

13 Abril

   ...Nunca sabrán desde donde...ellos, él...yo sí...no traías equipaje...aquella chaqueta...y debajo, debajo calamidad, frustración y frío...mucho frío...el invierno permanecía pegado a ti aunque el sol quemase...y al alba te gustaba refugiarte en mi cuerpo...las heladas y la niebla sembraban la tierra con el rocío, y tu carne tiritaba leve, sumisa al roce de mi amanecer...¿y hoy?...es sudor el que empapa tu mirada...miedo...el odio existe cuando hay razón...y sonreía...su cara se transformó en el mapa de la felicidad...pero tu ya lo sabías...no te costó reconocerle...y la canción...en un pueblo pequeño, ¿qué esperabas?...todos te dieron la espalda...él no, ni yo...yo sigo aquí sin pretender, sin querer...curioso destino...huir...has vuelto para huir...yo te he visto regresar y sucumbir a la tempestad de los reproches...no los de él...pobre...a los bordes afilados de las suspicacias...¿donde vas a ir?...no tienes camino que andar...

   ...No tenías camino que andar...fue por eso que accediste a una aventura lejos...él no te ofrecía lo que tu necesitabas...y tu sueño, ese retrato en tu habitación...el mar, un barco...¿quien era ese hombre que te señalaba?...
apenas habías cumplido los veinte, pero para alguien con alas tan extendidas, estas cuatro casas y un cielo tan bajo, resultaban una jaula...él te la forró de oro...y tu falda corta...y el primer pintalabios...tu pelo es blanco...tienes arrugas en el cuello y manchas en las manos...aún no es tarde para regresar...tu casa, tu nombre...al mediodía, los pájaros callaron y el sol se ocultó...él subía al desván como un autómata, los truenos incluidos en la tradición, amenazaban ya...buscaba algo en que ocupar el lastimoso sopor que intuía en la experiencia...el periódico amarillento asaltó su estupidez imprudente...trece días sin bajar de allí...rodeado de polvo...convertido en uno más de tantos trastos inútiles...sin comer, sin beber, sin dormir...no sintió...pensaba en ti...



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