lunes, 1 de septiembre de 2014

MICRORRELATO
METRO




   ...Tenía miedo, no como otras veces, cuando puede controlar los impulsos, la inquietud, los nervios que no sabe como le terminaban traicionando, y en ese último momento le hacían abandonar el intento... ...pero hoy es distinto, se ha propuesto romper las barreras de su mente, el latido desbocado de su pulso, y lo más difícil, el sudor frío, caliente, frío de nuevo...así es qué baja las escaleras decidido, empuja la puerta abatible y aguanta el tipo hasta llegar a la ventanilla...algo de incertidumbre disipa sus sentidos, al acecho en otras personas como él, de cualquier atisbo de duda, equivoco o interrogación...y todo se queda en nada al pasar el billete por la máquina, entonces ya no camina tan deprisa, el suelo rebota en sus suelas impidiendo su avance por pasillos y peldaños...está empezando a respirar de más y al final en la esquina el andén, y es allí, en la espera de un tren y su osadía, cuando se da cuenta, trémulo, que se olvidó creer en él y no leyó ningún destino... 


                       

   ...Tenía miedo, no como otras veces cuando los nervios terminaban traicionando el intento, pero hoy se ha propuesto romper las barreras de su mente, el pulso desbocado y sudor frío, caliente, frío de nuevo...decidido, baja, empuja y aguanta hasta llegar a la nada de la ventanilla, sin dudas, sin equívocos...el suelo rebota en sus suelas la incertidumbre e impide su avance, respira de más y al final en la esquina el andén...Trémulo en la espera, un vagón de metro y el olvido burlón, qué por no creer en lo valiente de su osadía, no leyó ningún destino...




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