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| Leo Frino |
Jeremy apoyó la cabeza en el cristal de la
ventana, la clase aún estaba vacía...y aunque era un martes cualquiera, en una
semana igual que las demás, de otro mes sin nombre, él se había adelantado a
todos...la primera vez que no iba a pasar inadvertido, el colegio entero sabría
que hoy llegó el primero...
Hubiera
dado cualquier cosa por sentir junto a alguien la caricia que la mañana le
estaba regalando...cumpliría catorce la navidad que venía, pero no quiso pensar
en ello...
El revolver ardía en su mano y se palpó la
sien con el metal suave y suicida, como tantas noches había visto hacerlo a su
padre...Ni su madre, ni su hermana sospecharon nunca que él fue testigo de
aquel error, la policía no encontró el arma, y el caso se cerró por la
negligencia de un alcalde en elecciones sin tiempo para aclarar la muerte
dudosa de un simple obrero...de nada sirvieron aquellos abogados y tanto
papeleo, él creció solo junto a su secreto...
El último en entrar en el aula también se
sorprendió de aquel charco rojo que manchaba sus zapatillas...Nadie comprendía,
nadie supo por qué Jeremy
había
roto su silencio con un disparo que siempre guardó en su misterioso
destino...Todos tardarían en olvidar por qué sonreía tan triste y sin vida...
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