domingo, 12 de mayo de 2013

Tres, dos, uno...


Supuesto: Tres personas se encuentran en una sala de espera de una empresa de trabajo
                temporal, han sido citadas para una entrevista. Nadie les ha dicho que tipo de
                empleo es…se observan entre si, cada uno describe a los otros dos y piensa
                que posible profesión tiene, que tipo de rival puede ser y conocemos sus
                expectativas con relación a los otros (tres puntos de vista)…En un momento
                dado, sale alguien que les anuncia que de inmediato van a ser recibidos y que el
                puesto de trabajo por el que han sido citados es………los tres se van.








TRES
  …Necesito este trabajo, no me importa lo que haya que hacer, ni adonde ir, pero tengo que conseguirlo…quizás sea la última oportunidad para salir de esta situación absurda, o quizás otro paso para…ya estoy resignándome…los nervios me pueden, como siempre…me harto de convencerme que así no se hacen las cosas, y luego…me cuesta tomar la decisión, aunque una vez sellada en mi cerebro, no hay nada que me haga echarme atrás, mi madre cariñosamente me llama asno desde pequeño, la comprendo pero a veces no queda otra, seguir siendo aunque sea terco…pero si no nos dicen algo pronto, empezaré a comerme las paredes, como cuando estaba en aquella casa miserable, escondido hasta del propio miedo, agazapado todo el día en un rincón, muerto de hambre, de sed, de melancolía…pasaron
semanas enteras sin que nadie nos dijera una palabra que alimentara por lo menos el espíritu, la esperanza…algo que mantuviera las fuerzas y nos hiciera pensar que lo que habíamos hecho y lo que aún nos faltaba por sufrir, serviría de algo…que la nueva vida imaginada un millón de veces estaba cerca, que el sueño se podía por fin, hacer realidad…por eso tengo que calmarme, y que no se me note que ardo por dentro, que la fiebre que me consume no queme también mi futuro…por que yo tengo futuro, claro que sí…y una mujer que me quiere y un hijo que me admira…y ganas, muchas ganas de salir adelante, de terminar lo que empecé, e impotente se ha quedado a medias, hace casi cinco años, cuando llegué aquí…empapado, me acuerdo perfectamente, el susto y el frío cómplices de mi temblor…y el orgullo latiendo en el alma…estaba rozando la quimera de libertad y progreso que tantas veces describí a mis alumnos mientras la guerra y el espanto asolaban el polvo de mi tierra, los ánimos de mis gentes…el fugaz espejismo de una rápida solución nos hizo creer y ser constantes en el empeño, pero la decepción…no por favor, el sudor no…como si no tuviera bastante con el color de la piel para despertar recelos, luchar contra la sensación de no encajar nunca, de ser la pieza rota del puzzle equivocado con la desventaja de los prejuicios, y este es uno de los más crueles, el olor…dicen que olemos distinto…mal…como animales…mi compañero de habitación se gasta la mitad del escaso sueldo en colonias y ungüentos que disimulen la obsesión, disfracen de ciudadano integrado la mentira de la verdad…la de la desconfianza hacía lo diferente…odio…que sentimiento más espeso…ni siquiera, y he perdido la cuenta de las veces que me han exigido la documentación, he llegado a intuirlo en mis venas y su pulso…compatriotas lo han mascado…pero yo…se ríen de mi en la aldea…mi mujer comparte las anécdotas de mis cada vez menos charlas telefónicas y me llaman blanco…no quiero discutir, ni obligar al pensamiento único del primer y tercer mundo, pero he aprendido tanto…he olvidado tanto…tengo que levantarme…me agobia la rigidez de esta silla de plástico…el aire se carga con prisas de respiración frustrada y ansia…yo soy un hombre…seguro que ellas, han sido más madrugadoras pero…no es que precisamente el machismo sea mi debilidad…pero ya se sabe las tradiciones y la religión no son patrimonio de según que cultura…por ahí no…debo concentrarme en lo que importa…en mi familia, cuando estemos juntos…cuantas lágrimas he derramado por su ausencia…el maldito retortijón en las tripas…estuve a punto…unos meses más y ellos estarían conmigo…pero…me despidieron de la obra…los papeles, el bien más preciado de un emigrante se quedaron sin firma, la posibilidad del viaje de ida y vuelta, en el deseo por cumplir, y el retorno a la dignidad fue abatido con fuego de crisis en la mitad del camino…el dinero que he ahorrado es insuficiente para volver, y si no soy legal…supongo que esto no les pasará a mis compañeras de espera y desespere, contrincantes, enemigas de lucha y porvenir…de reojo me fijo en la más joven, parece confiada y segura…quizás saberse dueña de un carnet de identidad y un pasaporte nacional le hagan creerse poseedora de las llaves que abran el cofre del tesoro…o no…quizás solo sea mera apariencia, fijándome bien, sus ojos están tristes, cansados, distraídos…otra vez me estoy dejando llevar…no la mires así, tan condescendiente, no la mires más…a ver que piensa, lo mismo es de las que huyen de los extraños y si te acercas te la lía…no, está a lo suyo, excesivamente tranquila, pero a mi no me engaña…intuyo una dura batalla interna y un algo impaciente y angustioso…y aunque el kilo de maquillaje intente disimular su rastro, y su vestido primaveral adorne de falsa calma las nubes tormentosas que preceden al desastre, lleva la confusión y los problemas enredados en sus gestos…claro qué...yo tampoco puedo deshacerme de los versos y las metáforas, cualquier momento es bueno para inventar y componer poesía…venga trágate otro trozo de nostalgia…leer, escribir…nadie lo adivinaría, éste maestro, con esta pinta de negro zumbón…por ahí no, pesado…si me atreviera a darme el gusto…pero quien soy yo para hacer preguntas, para entablar una conversación, que aunque probablemente nos haría llevar esto de otra manera…ser simpático ¿sería un síntoma de debilidad?, es que no lo entiendo...y eso que aparte de los saludos de rigor, los tres hemos dado nuestra opinión sobre el tiempo…¡ay! el tiempo, el que se acaba, el invitado que faltaba en la fiesta…anda, anda…cambia el rollo, no te hundas, sal al pasillo, busca el baño, asómate a la ventana…insisto en mi mente…controla esa desazón que está transformándose en un reflejo doliente y desfigurado, vamos que no atraviese el espejo de tu rostro, que no deje al descubierto la  herida profunda que sangra remordimiento, rencor y conciencia…bueno, ya estoy divagando…vaya mañanita de abril…luminosa si, desconcertante, inquieta también…así está mi segunda rival, la de mas edad…como agitada, incomoda…con cara de interrogación…
obsesionado con la rubia que tengo al lado, no había caído en los detalles de su presencia hasta que se me ha ocurrido hacer caso de su suspiro exagerado proveniente de la esquina más alejada de la habitación…y entonces reparo en su mirada, intensa, oscura…dos pupilas clavadas en carne blanda a golpe de martillo, de sacrificio, pena y llanto…me remuevo…su voz dulce, trata de ser amable cuando exclama la queja por el retraso para la entrevista…la cadencia latina de su tono de terciopelo contrasta con la energía de las muecas de su semblante, que impone…sin embargo no percibo en las contradicciones y dudas que se le escapan al respirar, ningún desafío, ninguna sospecha…amargura mucha…permanece invisible como un fantasma…la reconozco…una especie de ternura recorre mi pulso…me sonríe tímida, su boca carnosa muestra en un dibujo trazado a mordiscos el hueco donde se esconde el abismo de sus propósitos, sus preocupaciones, su historia…no hay que ser muy listo para averiguarla…como escuecen los lugares comunes, el sinsentido iluso, la rabia de la razón…el peligro a sucumbir devorado por el afán de la congoja me obligan a disculparme...salgo al corredor, derrotado, vacío, con la emoción mendigando tomar el aire…

DOS
   La mujer rubia respira aliviada, por fin se ha ido…aunque sea un rato y corto, por que sabe que volverá al ataque, lo lee en la tinta negra que emana su cuerpo, se mueve tanto, no para… y eso que ella no estaba muy nerviosa, impaciente si, pero él con tanta mirada furtiva y ese gesto constante de desesperación…que no duda ni por un momento que sea cierto, ella  también está preocupada, pero claro una no se pone a incordiar a los demás con su particular desasosiego, lo que faltaba…con lo cargada que está ya de por sí la atmósfera de aquella horrible sala de espera como para encima añadirle tensión…aunque la verdad ya se está cansando un poco del retraso…no ha dicho nada cuando la sudamericana, se ha quejado, pero ella piensa lo mismo…y es que se aprovechan, por supuesto…hacen lo que quieren…como lo de poner el anuncio en el periódico sin más datos que una dirección, día y hora en letras grandes reclamando la urgencia…precisamente tenía que ser hoy, martes…ha tenido que hacer virguerías con los niños, que si la vecina, su madre…menos mal que tiene suerte de contar con su ayuda…que hubiera sido si no…todo está tan reciente…pero no puede perder el tiempo en lamerse las heridas, tiene que seguir adelante y aunque no sepa como, recuperar la autoestima que los últimos dos años de mal convivencia con su marido, bueno  ex-marido, fueron sepultando con desprecios y palizas…por eso prefiere no recordar lo que no olvida la memoria, y por eso intenta abstraerse, evidentemente sin fortuna… carraspea la garganta atrayendo la atención de la otra candidata femenina que muy solicita le ofrece un caramelo, más por entablar un dialogo que tenga efecto calmante…pero la mente juega con ventaja y ella no opone resistencia, cuando con una sonrisa forzada agradece el detalle y calla otra vez…retornando al ensimismamiento que describe su personalidad, marcada, mejor machacada, por una sistemática anulación de sus cualidades, y las lagunas de dolor y sufrimiento que fueron inundando su existencia…quizás no sea para darse cabezazos contra la pared, pero se casó enamorada y creyó vivir el sueño del amor, por lo menos hasta que…y ella que pensaba que los hijos repondrían la felicidad que el alcohol le empezaba a robar…no era la ilusa de la pandilla, de hecho destacaba por su sentido critico y cierta madurez impropia de una adolescente de aspecto aniñado…luego, sucedió de repente …le conoció y antes de los veinte ya estaban hipotecados…ella tuvo que dejar de estudiar…pero entonces no le importó que su vocación de maestra a falta de un curso para licenciarse acumulara polvo en su conciencia y en un viejo baúl, de donde fue rescatando, de insulto a bronca y de borrachera a tortazo, las ganas y el hábito de estudiar…a escondidas claro…por que tanto se había acostumbrado a la clandestinidad de su inteligencia que llegó a considerarse una inútil…total él se lo decía en cada frase, con nombre y dedicación incluida si llegaba de madrugada…y se fue encerrando en su mundo vulnerable de sumisión, cacharros y pañales…hasta qué…seguramente si tuviera que explicarlo no encontraría las palabras justas para definir el estallido de tantas emociones acumuladas en la recamara de la dignidad y el orgullo…la pretendida caricia a su hijo, desfigurada en bofetada absurda, cuando el niño lloró de miedo, y el monstruo adicto al temblor y al aliento fétido, hizo de las suyas…
primero gritó al silencio, después se rebeló a la resignación y mientras firmaba los papeles del divorció y la custodia, los remordimientos vencidos huían cobardes entre el pulso acelerado de sus venas, y el latido libre de su corazón…y aquí está, aún sin cumplir los treinta, con los únicos y esqueléticos ingresos de una habitación obligada a compartirla en alquiler con un extraño, y una cuenta corriente con números rojos y telarañas…dispuesta a cualquier cosa por un trabajo que necesita más que nadie…o no…rebusca en su bolso y coqueta se retoca el colorete de las mejillas, el carmín de los labios y presumida se alisa la falda del vestido de flores…quiere disimular el pánico que arruga el carnet de identidad retorcido por su mano…

UNO
   Me llamo…que más da…invisible y anónima…será por haber llegado la primera…paso todas las mañanas por esta oficina y leo los anuncios que publican por si acaso…tengo más tiempo libre del que quiero, así es que cuando he visto que había esta oferta de trabajo para hoy, no me lo he pensado dos veces…llevo esperando casi dos horas y empiezo a desesperar…ya no sé lo que hacer…he intentado hablar con mis ¿vecinos, rivales, testigos de lo prestado?,  pero…aparte de compartir la opinión sobre el calor adelantado al verano, y un gracias por el caramelo que ofrecí a la chica rubia, no he conseguido arrancar ni una palabra cómplice que aligerara la impaciencia…a los veinte minutos de estar aquí sentada, quieta, todavía en mi piel el olor a agua fresca, al regalo de un nuevo día por vivir, ha llegado la muchacha…su saludo se ha reducido a un escueto buenas y un gesto cohibido contrayendo sus músculos, a la defensiva, como si mi presencia fuera una amenaza… enseguida ha marcado su territorio sujetando el bolso sintético y barato contra su pecho…aunque la verdad, creo que más bien se aferraba a él como un naufrago a su tabla antes de hundirse…no me gusta juzgar a los demás, pero…con ese aire de cierta suficiencia da una imagen distante, fría, calculadora…
pobre…los ojos la delatan…azules…preciosos si no estuvieran nublados por el gris tristón de la pena y el llanto…si lo sabré bien yo…que hay noches en que las lágrimas son mis únicas compañeras, que me llevan en volandas y me abandonan al amparo de la soledad, amiga intima, que guarda en su bolsillo de nostalgia un puñado de recuerdos, que constantemente me ofrece y, vuelta a empezar…luego al rato, ha llegado él…ya entraba sudando necesidad y entrega…no puede dejar de moverse…es tan joven…y guapo…su mirada es sincera y franca, abierta, ingenua, como su sonrisa…él no se da cuenta, pero mientras cree convencido que en sus pensamientos nada en corrientes profundas y oscuras, algunas veces sonríe, como si su corazón le estuviera contando un chiste que solo él entiende, o su alma gastándole la broma inocente y pueril de reflejarse en su rostro, para que el mundo entero sepa que alegre conjuga con optimista y es algo más que un adjetivo……nombres, verbos, sumas, restas…la memoria evoca sin remedio el silencio de mi pasado, el que nunca he podido compartir…mi pueblo chiquito en la ladera de la montaña, el verde feliz de los campos embriagados de lluvia, la tierra roja, sangrando el sueño fugaz que acabó en sufrimiento y miseria…aquel día yo estaba en la escuela…era la maestra de la zona…había levantado aquellas cuatro paredes de barro y madera con la ilusión y el empeño de quien sabe lo que hace, pero el sacrificio había sido titánico…mi marido era un buen hombre, y mis hijos…ellos también aguantaron por el beneficio común…entonces, invadieron las calles, las casas, la iglesia…el sonido de los disparos alertó al miedo, y me escondí con los niños a mi cargo huyendo a través del bosque…la guerrilla había presentado sus credenciales…la matanza fue brutal…antes de la caída del sol me quedé viuda, con tres hijos huérfanos y con un hueco quemado como vestigio efímero de lo que fue mi hogar…asesinada la esperanza, esta vez por el gobierno de la nación y sus promesas campesinas, engañosas y falsas…me la jugué a cara o cruz…y hace más de veinte años que estoy aquí…pero a quien le importa…me miran y no me ven…soy un bulto como otros muchos con rasgos parecidos, historias similares y dudosa procedencia, por que somos y estamos al servicio de las estadísticas de la ilegalidad…sin embargo es momento de rebelarse, de gritar en alto para que se nos escuche, de hacer algo que pueda cambiar el sentido de las agujas del respeto y la generosidad…pero son mudos, sordos y egoístas los que vienen detrás… y yo ya he hecho demasiado por mi misma... así es qué…
desde que llegué con la etiqueta de clandestina en la frente hasta ser ciudadana de pleno derecho y nacionalidad he tenido que luchar y tragar con prejuicios, escobas, estropajos, y el desprecio moral de quien como si me diera limosna se aprovechaba de la desidia general y las circunstancias…y ya soy abuela…mi familia está cerca y bien, gracias a mi esfuerzo y a Dios, por fin la preocupación me ha dejado libre, y aunque vivo y me conformo con lo justo que da la limpieza de varios portales por horas, hay que intentar sobrevivir también con sueños, imaginación e ideas, y lo haré por que nunca es tarde y ahora que a mis cincuenta años he recuperado las ganas de pagar la deuda de mi conciencia, reconstruiré aquella quimera que desnuda y salvaje aún vaga entre los árboles de mi ayer…


   La coincidencia, la casualidad, el azar, han querido que intereses tan dispares y tan iguales en forma y fondo, reunieran a estas tres personas, maestro y maestras, en una luminosa y hermética sala de espera de una agencia de trabajo temporal…Sin apenas información al respecto han acudido este martes de abril, al reclamo de una oferta que ignoran, por poco tiempo, es para sustituir una baja médica de un profesor titulado…pero el imprevisto, la fatalidad, la mala suerte:
―…lo sentimos, la plaza vacante ya ha sido ocupada por un interino del mismo centro…
pero si lo desean pueden dejarnos su documentación en secretaría cuando vayan saliendo…

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