y ni siquiera soy capaz de hacer honor a su persona intentando recorrer en mi recuerdo los lugares que fueron testigos de nuestras citas secretas, los juegos furtivos sin limites, sin normas, los detalles absurdos de un romance que me apartó de todo y de todos, me secuestró de un mundo para crear otro…parece que el pasillo se termina, temblando, cuento los escalones como los minutos que pasaba encerrada en el piso de arriba y quiero volver atrás, en el espacio y en el tiempo marcados en un calendario sin fechas ni hojas…pero sincera, me debo al futuro y a las ganas de vivir sin temor, y tengo que olvidar, aunque sea persiguiendo el rastro mágico y misterioso de la memoria, para no ceder al engaño de la apariencia, para no caer en la tentación de la realidad, para no reprimir el empeño de querer sucumbir al latido del ayer, al silencio quieto de aquella madrugada de verano cuando estrenamos juntos el que sería nuestro nido de amor, un apartamento coqueto y caro, en un barrio distinguido, que como sensata y discreta cicatriz de la gran ciudad me serviría también de refugio, porvenir y hogar…
…La
idea era lógica y perfecta, lo normal después de una relación tejida a ratos…o
eso creía, pero nunca se instaló definitivamente conmigo, nunca me regaló una
noche entera, nunca hubo más sorpresas…a las dos semanas, siguió un mes y a los
tres meses, un año, y yo seguía envuelta
en claros y sombras, consumiéndome entre
cuatro paredes pintadas de tierno pastel, decoración escasa, de diseño, y
dormitorio con cama de orgía, necesitado de encuentros…desesperada en el anhelo
de su abrazo y la pasión de su cuerpo, amé el alma de su compañía, dispuesta a
la entrega completa hasta que me ahogué en el aire que le convirtió en un sueño
y quise escapar, pero una bofetada egoísta y a destiempo, obligó a la trampa de
un empujón celoso, y la traición canalla de una amenaza segura, arrancaron de
cuajo la mueca valiente y en rebeldía, de una pobre ingenua que fantaseaba deshojando
la margarita de la felicidad en la costumbre, droga barata y solicita, que a
partir de ese instante consumí con el conocimiento intacto de la ignorancia,
abandonada a mi suerte hasta la visita imprevista de esta tarde…un policía
desorientado, un accidente como final matemático de la historia, y una decisión
que tomar, el dolor de mi ser sumiso y
obediente, o la ilusión puesta en la promesa de un mañana mejor sin él…al borde
de la última alfombra, el portero de levita azul y sonrisa abierta, me invita
con gesto falso a volar por fin con alas propias y me empuja con su saludo
hacía el viento robado de las esquinas…entonces me dejo llevar y un río rojo de
vida nueva me arrastra a ninguna parte, y en la duda, una extraña sensación del
color de la nostalgia acaricia mis tripas, es el vértigo de la razón como un
abismo a los pies, el vértice inútil de la piel erizada y los sentidos de punta
cuando una palabra callada atraviesa mi garganta con la esperanza del
sentimiento pidiendo ayuda, pero los verbos del corazón están sordos, ciegos y
mudos…doy la vuelta a lo que será y echo a correr hacía lo que es…
Espacio y su influencia en el estado de ánimo del personaje
ResponderEliminar17 Enero 2011