domingo, 9 de septiembre de 2012

Vida


 …Como una Lolita de Nabokov aparece en  nuestros sueños, y en los despiertos, los que el pensamiento controla, los que habitan la imaginación más inquieta, la más loca…se presenta a nuestros ojos como una muñeca vestida de azul, sin enaguas, con el lacito a juego adornando el amarillo de su cabeza y las ganas mojadas en el rojo provocativo de sus labios, siempre cerrados… y no sé si ella se da cuenta, si es la pose infantil de su sonrisa, el aleteo mágico de sus manos o el deseo latente que cada uno de sus gestos inspira, pero su presencia rompe el alboroto del  silencio, se aclara la garganta la tristeza y se terminan las excusas para dar rienda suelta a la emoción del sentimiento, con la razón escasa de cordura…luego se pasea sin andar entre todos nosotros, devolviendo al aire el aroma de la piel blanca que envuelve su cuerpo, tan tierno y cruel, como dulce y salvaje, para que escapemos a tiempo de los rincones huecos y nos escondamos sin pausa en la esquina que suspira a espacio abierto, la palabra de su nombre…el que ignoramos, el que no sabemos, por que su rastro nervioso igual que viene se va, sin previo aviso nos llena, nos vacía sin avisar…ella es así, la estampa repetida de un recuerdo nuevo, el truco imposible que la ilusión quisiera, el hada tentador que roba el corazón al alma y regala el pecado a la conciencia…

1 comentario: