domingo, 17 de marzo de 2013

Serafín-es


Supuesto: Dos fechas 14/11/2011 y 31/12/2005, relacionar pasado y presente





   …Serafín surgió de la pluma de un dibujante despistado aquellas navidades tristes y aburridas, pero eso ahora a nadie le importaba…los periodistas más críticos y  reporteros siempre al acecho y oportunos, abarrotaban la entrada del cine y alrededores…invitados famosos desfilaban por una alfombra roja, dispuesta para la ocasión, entre los flashes de los fotógrafos, repartidos unos para hacer su agosto, otros a la caza de la exclusiva, los vítores de los fans y las miradas curiosas de los pocos viandantes que ignoraban el evento…14 de noviembre de 2011, un día extraño para el estreno de una película, pero todo estaba permitido para un acontecimiento de tales dimensiones…y es que no en vano, Serafín se había convertido en el personaje que más envidias generaba, la victima perfecta de las parodias y el modelo a imitar en cualquier situación…

   Miles de jóvenes en el país vestían como él, repetían su discurso y soñaban con el mundo alternativo que sin querer había inventado…
   Los actores más cotizados, al enterarse del proyecto, se ofrecieron a la productora con el caché a la baja y el desconocido que resultó del casting ocupó con su suerte el total de portadas y noticias…
   Serafín se había vuelto de carne y hueso ese mismo año, en una fiesta de carnaval, cuando a un adolescente de hormonas alteradas se le ocurrió disfrazarse con ese, su aspecto desvalido y descuidado, sus señas particulares y cierto coraje en la intención, que no tardó mucho en ponerse de moda…
    En un mes se agotaron los tirantes amarillos y las pajaritas de cuadros, los zapatos de dos colores y las gabardinas de detectives…los peluqueros no daban abasto para repetir una y otra vez el mismo corte de pelo, chicos y chicas empeñados en presumir de un flequillo imposible…y ese tatuaje en el cuello con la palabra COMICO, se convirtió en el preferido de la tinta china en cualquiera de sus versiones…
   La editorial que adquirió los derechos millonarios y que publicaba las tiras del cómics donde Serafín empezaba sus andanzas, trabajaba las veinticuatro horas para saciar un mercado impaciente por saber más de las aventuras y desventuras del héroe del momento…emulando fenómenos anteriores de la ficción, pero sin las inversiones y el glamour de Hollywood, Serafín invadió la normalidad de una sociedad nada acostumbrada a disfrutar de los avatares de un individuo como otro cualquiera, que se puso la rutina por sombrero y se jugó la vida a una carta, la de hacer lo que le viniese en gana interpretando papeles de personas comunes y que la mayoría de las veces no le correspondían…hablando en plata, usurpaba identidades pero con la gracia e ingenuidad de la buena gente y un rosario de casualidades y trampas del azar…lo que empezaba como un enredo de malos entendidos, finalizaba en chiste con cierta moraleja que enganchaba al lector, haciéndole seguidor incondicional y cómplice testigo de sus peripecias…
   Lo que ocultaba Serafín, o mejor dicho su fama, era que la mano que hizo el primer boceto de su figura, nunca quiso que su creación, producto de un obligado reposo con tobillo escayolado, saliera de aquel cuaderno de lomos negros y cartulinas inmaculadas, repleto de historias que contar con forma de viñeta, y guardado con mimo en un cajón desde que el 31 de diciembre de 2005, en la nochevieja más solitaria y melancólica, nuestro autor decidiera abandonar intimo entretenimiento, borrador y lápiz, por largos paseos que curaran su andar y el sano propósito de recuperarse de una vez por todas de lo que verdaderamente le pasaba, esos ataques de nostalgia que al llegar el invierno, confundían su memoria y enfermaban su alma con la cercanía amenazante de las malditas fechas de celebración y alegría supuesta, reuniones familiares, champán, deseos y uvas…
   Si a esto le añadimos el fracaso de su matrimonio, por que las desgracias nunca vienen solas, una patada mal dada al balón jugando con su hijo, y una baja laboral que nubló su futuro con tiempo y horas de sobra para carcomer su culpa, y pensamientos para parar un tren, podemos fácilmente imaginar que el improvisado artista, fuera presa del pánico y se obsesionara con actividades que mantuvieran ocupados su cerebro, su sistema nervioso y hasta su sombra en el espejo…
   Así pues una tarde de frío y lluvia se dejó llevar por los recuerdos y desembocó en su infancia ya algo lejana…irresistible a poner cara y nombre a las victimas de su evocación, quitó el polvo a los álbumes de fotografías, y se preparó para pasar un buen rato a costa de rememorar aquella otra época, cuando los sueños vestían de reyes magos, el turrón hacía reír y los parientes menos allegados protagonizaban el detalle anecdótico de los allí presentes, dándose a conocer en medio del alboroto, alguna lágrima y la promesa incumplida de seguir en contacto…y ahí estaba el que a la postre sería objeto de inspiración, ni le recordaba, un primo segundo algo mayor que él, tan delgado, tan mustio, llamando la atención desde la instantánea con su pinta de no haber roto un plato, pero que metido en juerga imitaba de maravilla desde las raíces hasta la última rama del árbol genealógico, a los vecinos del quinto, la frutera, el carnicero y hasta el anciano que leía el periódico en el parque…y que resultó ser un rebelde educado, un ligón pasado de rosca, el intelectual perdido, y por deducción, el diferente, el raro, el fuera de lugar…comediante pobre y de vocación, peculiar y original en su cáscara, sus maneras histriónicas encubrían un fondo que poco tenía que ver con la frivolidad y la hipocresía que apuntaban muchas veces hacía el universo de los focos, telones y camerinos…y que decían, sin documento ni cadáver que lo confirmara, murió ayudando a los demás antes de cumplir los veinticinco, mientras construía un teatro fugaz y espontáneo en zona de guerra…entonces…
   …A medías del homenaje al frustrado intérprete desaparecido, y como alimento de una autoestima escasa, con casi un mes por delante para intentarlo, ideó a Serafín a imagen y semejanza de aquel otro Serafín, olvidado ya hasta por las flores marchitas que adornaban su supuesta tumba…
   En el instituto, las caricaturas y el carboncillo se le habían dado bien, conseguidos los rasgos básicos con paciencia entusiasta, se dedicó a la tarea de desarrollar carácter y personalidad con infinita devoción, y un ingenio a trasquilones puso la nota escrita a base de palabras y silencios que Serafín administraba inteligentemente con frases ocurrentes y precisas y gestos sinceros y audaces…
   Cuanto disfrutó como hacedor de seres con respiración y latido, aunque fueran hechos y hazañas de una quimera, a caballo de una biografía anónima lo que regalaba con su talento…hasta que la cruda realidad llamó a su puerta y tuvo que despertar del letargo, con un sobresalto inútil y el alta médica para regresar a la oficina…la fábula, la leyenda, el mito de Serafín quedaron relegados en aquel rincón de madera, dormidos los misterios de su relato, y reducido para la eternidad en un secreto hueco, resumido en un bloc de cartón reciclado…si no fuera por que pasado algo más de un lustro, aquel adolescente de hormonas alteradas, descubrió el tesoro que escondía su padre, rebuscando una tarde de enero las claves y coordenadas cotillas, del cambio a mejor que aquel hombre con el que convivía por voluntad propia, desde hacía unas cuantas semanas, había dado sin explicación alguna…Así se topó con la herencia adelantada que no tuvo mucha duda de donde invertir…no pidió permiso para coger prestado lo que como buen egoísta creyó suyo, y a nuestro autor le dio un infarto de sofoco y mala leche cuando a la mañana siguiente del entierro de la sardina, se le apareció el fantasma de Serafín borracho y con letras azules en el cuello, removiendo un café con sal a la hora del desayuno…
   Lo que vino después lo intuimos sin mucho afán, un embrollo de acusaciones filiares sometidas al espanto legal que llovieron sobre mojado quedando en agua de borrajas, el muchacho que creció en orgullo y responsabilidad derivando su conducta en proclamarse adalid de una causa justa, quizás la llevara en los genes, y el dinero que todo lo arregla, bueno algunas cosas no…por que el artífice de Serafín, no supo digerir los argumentos de tanto triunfo y embarcado en una nueva relación que le aportaba calma y equilibrio, naufragó una noche de despilfarro y tormenta, en una isla de lujuria y mujeres teñidas de rubio y pechos de silicona, acabando de pensionista en el Caribe, embaucado por las promesas mentirosas de sexo y amor de la más lista que le sacó hasta los céntimos del buche, y le dejó por uno más joven…pero ese es otro cantar…el que nos interesa es el resultado de la mezcla de estos asuntos con la masa popular que necesitada, acogió con los brazos abiertos a un simpático agitador, que indignado y sin proponérselo, con renta vitalicia, alquiló la verdad a un primo segundo llamado como él Serafín, y que hoy lunes, catorce de noviembre de 2011, ajeno al disparate de su supervivencia y su existir, en otra parte del planeta, adoptado por una tribu remota de lo más profundo del Amazonas, es el humano más feliz, aunque no nos revele la incógnita…¿un aprendiz de loco encerrado en su mente o simplemente un cómico?… eso sí, sin ataduras morales ni comunicación, sin corsé ético ni consumismo materialista y entregado a la plena libertad de representar cuantas veces quiera, y ante inocentes espectadores derrochadores de humor y cariño, la obra cumbre de su experiencia, copiar sonrisas limpias y honesta sencillez, flaco y ajado como una línea torcida, con un más que previsible flequillo blanco, tirantes pálidos dados de si, pajarita remendada, los zapatos de colores desgastados y sin suelas, y una gabardina de detective deshilachada y sucia, con dos agujeros, uno sentimental a la altura del corazón y otro de protesta, de tanto hacer cortes de manga…

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